La Navidad, época consumista por excelencia, se ha saldado con un resultado desigual para las tiendas de las dos capitales comarcales. Así, mientras en Alzira los comerciantes hacen un balance positivo y reconocen que vislumbran cierta recuperación del consumo, en Sueca la situación se presenta bien diferente porque, según los empresarios, la campaña ha sido peor que la del año anterior.
Javier Carbonell, representante de la Asociación Empresarial de Alzira (AEA), explicó ayer que las cifras globales de estas pasadas navidades han sido positivas y se ha registrado «cierta recuperación del consumo» tras años de recesión y hasta de desplome de ventas. De hecho, se han superado las expectativas iniciales que tenían las tiendas alcireñas. Carbonell achaca esta tendencia positiva a que, entre otros factores, las campañas promocionales para estimular las economías locales llevadas a cabo por el ayuntamiento y los comerciantes están calando en la gente.
En cuanto a la actitud del consumidor, cabe destacar que los clientes planifican las compras de Navidad con tiempo. Y el pique navideño que existe entre los obsequios asociados a la tradición protagonizada y por Papá Noel y los regalos que se reparten bajo la influencia de los Reyes Magos ya ha alcanzado el equilibro ya que el volumen de ventas es similar en ambos periodos, está casi repartido al 50%.
El abanico de productos que se han elegido como regalo estas pasadas fiestas es muy amplio. Las compras más numerosas se han centrado en juguetes, ropa, calzado y decoración. Y, cómo no, el sector de la electrónica, que ha irrumpido con fuerza en estos últimos años.
No todo es optimismo
En cambio, los comerciantes de Sueca hacen un balance negativo. La campaña de Navidad en la capital de la Ribera Baixa ha estado «más floja que el año pasado», indicaba ayer el presidente de la asociación Arrima't, Tony Landete. Las ventas en esta ciudad han sido inferiores a las registradas en 2014. Según Landete, los pequeños comerciantes no están notando la recuperación económica.
Los empresarios achacan esta situación a la competencia de las grandes superficies y de la ciudad de Valencia. Otra causa, según Landete, es que se copia el modelo anglosajón de consumo y los periodos de rebajas se prolongan durante todo el año, con lo que las compras ya no se concentran en determinadas épocas del año. Muchos consumidores ya optan por hacer sus compras de Navidad un mes antes, aprovechando las ofertas del Black Friday.
Landete añade un tercer factor: las elecciones generales celebradas el pasado 20 de diciembre. Según el representante de los comerciantes suecanos, cada vez que hay elecciones se experimenta cierta parálisis en las compras, causada posiblemente por la incertidumbre política del momento. Como soluciones, Landete insiste en que «el pequeño comercio debe especializarse, sino desaparecerá». Además, considera que las tiendas de Sueca deberían ponerse de acuerdo para unificar horarios y abrir también los sábados por la tarde.
