Si bien el ruido no se acumula, traslada o mantiene en el tiempo como las otras contaminaciones, también puede causar grandes daños en la calidad de vida de las personas si no se controla adecuadamente. De ahí que en Algemesí la concejalía de Medio Ambiente y Urbanismo esté centrando sus actuaciones en proteger los espacios más vulnerables: los centros de salud y los colegios, fomentando el desarrollo de «islas sonoras».
Está entre las medidas previstas en el plan acústico del municipio (PAM), un documento que se encuentra ahora mismo en periodo de alegaciones aunque Pau Montalvà, edil de Medio Ambiente y Urbanismo algemesinense, explica que es de sentido común comenzar a ejecutar algunas intervenciones previstas ya mismo.
«El 18 de enero se procederá a efectuar cambios en el tráfico rodado en la calle Berca entre las 8:30 horas y las 9:00 horas», adelanta Montalvà, con el fin de atenuar la contaminación acústica en las inmediaciones del IES Sant Vicent Ferrer y el colegio Maristas. Una primera toma de contacto que previsiblemente se extendería a otros puntos de la localidad.
El plan acústico de la ciudad se divide en dos partes: un mapa y un programa de actuaciones. En el mapa se indican las zonas donde se producen los sonidos y se determinan sus niveles así como su procedencia mientras que en el plan de actuaciones se marca las líneas estratégicas que deberán seguir para reducir el ruido existente en el área.
Generalmente, apunta el edil, los sonidos más importantes suelen llegar de polígonos industriales y zonas de ocio. «En Algemesí no hay ninguna zona ZAS o acústicamente saturada. La mayor cantidad de sonido procede del tráfico rodado o se da durante la semana de toros», detalla.
Durante el pleno del mes de noviembre se aprobó la exposición del plan acústico del municipio con el objetivo de permitir a los vecinos de la ciudad analizarlo, opinar y aportar correcciones.
En Algemesí, la primera causa de contaminación acústica es el tránsito rodado: ronda de Alzira, ronda del Calvario, calle de Albotaina, av. de Bernat Guinovart o calle Albalat, entre otras.
Otro punto destacable y que contempla el documento es el ruido ocasionado por el ocio, concretamente, durante la semana taurina, y en particular en el parque de Salvador Castell.
Entre las medidas correctoras que el mismo documento aporta y que se barajan para mejorar la situación destacan las campañas de sensibilización, la redacción de una ordenanza municipal acústica y también el diseño de caminos seguros para ir a los colegios.
