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Las escasas horas de frío ponen en riesgo la cosecha de melocotones

La floración irregular desemboca en campañas de baja producción debido a las heladas invernales

Las escasas horas de frío ponen en riesgo la cosecha de melocotones

Las elevadas temperaturas que se registraron en prácticamente todo el territorio valenciano durante el pasado mes de diciembre, no auguraban nada bueno. Al menos no para quien ha estado observando como sus árboles han ido floreciendo a destiempo.

Todavía es pronto para realizar cualquier afirmación, aunque hay varios datos que los agricultores de la comarca confirman. «Los frutales necesitan sus horas de sueño», sentencian, «durante el reposo invernal las plantas acumulan reservas que después deberán invertir en la floración, pero a su debido tiempo, no antes».

Si el árbol no descansa convenientemente se debilita y puede tener entre sus consecuencias una floración irregular. Cuando esto sucede las campañas suelen ser de baja producción porque usualmente alguna helada acaba por afectar a la planta ocasionando la caída de la flor.

A día de hoy, explica Pasqual Peña Serna, ingeniero técnico de la cooperativa de Turís, se cultivan en la comarca algunas variedades de «bajo reposo invernal», es decir, que no necesitan de muchas horas de frío para funcionar convenientemente.

«Hay variedades que con 150 horas ya les va bien y otras que requieren de 700 horas, la media suele estar en unas 350 en la Ribera», comenta. Actualmente llevan acumuladas unas 260 horas de descanso.

Floración temprana

La que puede ser a ojos del desconocido una estampa hermosa es para los expertos una enorme señal de peligro. «Si el árbol mueve demasiado pronto se debilita y encima se expone a las heladas», insisten los agricultores, pues con temperaturas por debajo de cero grados la flor se desprende.

Si la planta disfruta de las horas de descanso adecuadas cuando despierte en primavera estará más vigorosa y lista para la batalla. Peña Serna afirma que cada año las bajas temperaturas están llegando más tarde, incluso alcanzando el mes de febrero.

«Monilia laxa»

El viento de poniente de las pasadas semanas tampoco dejó pulverizar en las condiciones óptimas ni ejecutar determinados tratamientos que favorecen la viabilidad de la fruta. Entre los peligros que se han ido detectando estas últimas semanas el hongo «Monilia laxa» es quizás el que más está quitando el sueño a técnicos y agricultores.

Ésta es una de las enfermedades más problemáticas de los frutales de hueso, afecta principalmente al melocotón pero también a la nectarina y al albaricoque y se suele manifestar en dos épocas, durante la floración y en la maduración de los frutos.

Entre los daños que este hongo puede efectuar en los árboles infectados está el mermando de la fruta. Además puede producir defoliación y también la caída prematura de la pieza.

Los primeros tratamientos de pulverización se dan por estas fechas, aunque el viento de poniente complicó sobremanera la tarea.

Generalmente en la comarca de la Ribera los melocotones llegan a finales del mes de mayo, aunque en Carlet por ejemplo se adelantan unos diez días respecto a Turís. En l'Alcúdia, apunta el técnico de la Cooperativa Agrícola Virgen del Loreto (Canso), David Oroval, «vamos una semana adelantados respecto al año pasado y eso no es una buena noticia porque se incrementa el peligro de las heladas».

Un miedo con el que los labradores se han acostumbrado a vivir, al menos, hasta que arranca la campaña de recolección.

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