El gobierno de Cullera ha decidido suprimir el «bou embolat» que se programaba durante las fiestas patronales. La decisión responde a la promesa del nuevo ejecutivo progresista, formado por concejales del PSPV y Compromís, de defender los derechos de los animales. La medida se ha comunicado a la peña taurina «El Burladero», encargada de desarrollar los festejos que programa cada año la concejalía de Fiestas. No obstante, la suelta de vaquillas se seguirá celebrando con normalidad al considerar el consistorio que forma parte de una tradición en la que no cabe el maltrato animal. Esa costumbre se celebra por la calle en el Raval de Sant Agustí.

El equipo de gobierno de Cullera apela a su programa electoral para explicar su posicionamiento. La defensa de los derechos de los animales era uno de los puntos con los que tanto el PSPV como Compromís concurrieron a las pasadas elecciones de mayo. «Era un compromiso adquirido con la ciudadanía y ahora lo hacemos efectivo siempre desde el diálogo con todos los agentes implicados. Se ha explicado la situación a la peña y aunque ellos son partidarios del toro embolado y no comparten la decisión, la han entendido», destacó ayer el edil de Fiestas, Pere Manuel Aragó.

En un principio, el gobierno había barajado reducir de dos días a uno el «bou embolat» este año para proceder a su eliminación de forma paulatina. Finalmente, la concejalía de Fiestas ha decidido con el consenso de todo el gobierno que esa parte del festejo se sustituya por otras celebraciones en las que el animal no sufra.

En estos momentos, la peña y el consistorio barajan otras opciones tales «como la posibilidad de celebrar sueltas de vacas nocturnas». Las dos partes han precisado que cuando se haya cerrado el cartel se comunicarán a la ciudadanía el resto de novedades.

El gobierno local alega que la ciudad se ha declarado «pet friendly», lo que conlleva garantizar el respeto y bienestar de los animales. Además, se trabaja para crear una playa can y desarrollar un protocolo de actuación de la Policía Local en casos de maltrato animal. Asimismo, se ha reducido sustancialmente el número de canes recogidos por la perrera ya que desde el consistorio apuesta «por mejores alternativas para los animales abandonados». El ayuntamiento también ha celebrado una feria animalista y planifica un simposio sobre bienestar animal para ser «un referente». nacional en esta materia.