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Agró sostiene que la limpieza del Sellent destruye su habitat

Los ecologistas afirman que la eliminación de las cañas que invadían el cauce realizada por la CHJ amenaza el ecosistema del topillo y el avetorillo

Agró sostiene que la limpieza del Sellent destruye su habitat

Los ecologistas han arremetido contra la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) por lo que consideran es un atentado contra el hábitat de dos especies de fauna protegidas: el avetorillo (un tipo de ave) y el topillo de agua.

Desde Acció Ecologista-Agró explican que atendiendo a una histórica reivindicación del Ayuntamiento de Càrcer se realizó una limpieza en el río Sellent «sin ningún tipo de respeto por los valores medioambientales de este afluente del Xúquer».

Con maquinaria pesada, prosiguen, la confederación ha eliminado toda la vegetación en un tramo de 350 metros del Sellent, donde estaba constatada la presencia de dos especies protegidas.

Un hecho que consideran injustificable dado que los ríos y los barrancos no son meros canales para transportar agua, sino sistemas complejos y vivos de gran importancia para la vida silvestre.

Además, los ecologistas consideran que los 350 metros del Sellent donde se ha desarrollado esta intervención estaban antes ocupados por carrizales y cañaverales, así como otras especies vegetales que proporcionaban refugio y alimento a diferente fauna. Es por ello que exigen a la CHJ que tome las medidas pertinentes para que no se vuelva a repetir ninguna actuación como ésta en los ríos y en barrancos valencianos.

Por su parte, el alcalde de Càrcer, Josep Boluda, explicó a Levante-EMV que tras las labores de limpieza el cauce del río está en condiciones para que el ayuntamiento se haga cargo del espacio. Lo hará a través del voluntariado y de un convenio con la fundación Limne, que se encarga del mantenimiento de espacios fluviales. Las labores con los voluntarios arrancarán con la replantación para sustituir las cañas por bosque ribereño.

Fuentes municipales apuntaron que la última vez que se produjo una intervención similar contra las cañas invasivas fue hace casi una década, por lo que la situación se había tornado insostenible, con un enorme peligro para la población en caso de que condiciones meteorológicas adversas hubieran provocado crecidas en el cauce.

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