Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La ausencia de agua y frío mengua la temporada de patos de l'Albufera

Los cazadores constatan un cambio de hábito en el modelo migratorio de las aves: cada año llegan menos al coto de Sueca Hoy finaliza la semana de cábilas que permite la caza nocturna

La ausencia de agua y frío mengua la temporada de patos de l'Albufera

La temporada de tiradas de Sueca comenzó de una manera magnífica el sábado 21 de noviembre, pero fue bajando las expectativas conforme avanzaba hasta componer un final decepcionante para los aficionados. Las condiciones meteorológicas de un invierno atípico, con temperaturas muy por encima de lo habitual y la ausencia de lluvia hicieron disminuir las capturas semana tras semana. «En líneas generales ha sido una temporada floja, aunque cabe reconocer que un poco mejor que la del año pasado», afirma José Badía, presidente del Club de Caçadors de Sueca.

El tiempo no ha acompañado para la práctica de esta modalidad de caza, a excepción de la primera jornada, «que fue espectacular por la gran cantidad de aves que se avistaron y consiguieron abatir». «Apenas ha hecho frío, ni se han dado las condiciones favorables para esta práctica cinegética, como es el viento de tramuntana o el de levante, vientos de lluvia y temporal», explica Badía. «Y los días que ha soplado ha sido de poniente», añade. Este escenario se ha repetido en todos los cotos del entorno de l'Albufera.

Otro factor determinante son las migraciones de estas aves acuáticas. «Cada vez vienen menos», lamenta el presidente de la asociación de cazadores de Sueca. Por su parte, la falta de lluvia ha condicionado un descenso en la inundación invernal de los arrozales. «La extensión de la lámina de agua cada vez se reduce más, y en este momento ha quedado en una cuarta o quinta parte de lo que fue a principio de temporada», cuenta Badía. «Esto evita que las aves vean el espejo o "lluent" en que se convierten los campos inundados, con lo que pierden la querencia a venir a esta zona», observa.

Según el presidente de los cazadores suecanos, una de las pruebas de la llegada de menos aves migratorias radica en la renovación de estas con cada luna: «Antes, todos los meses con el cambio de luna entraba la caza; la que había llegado con anterioridad y había conseguido reponer fuerzas continuaba el viaje hacia África al tiempo que entraba la nueva», cuenta. Y asegura que «en las tiradas se daban muy buenos resultados porque era todo caza renovada». Ahora, ya hace más de una década que se abaten las mismas aves durante toda la campaña, según dice. «Y aprenden muy pronto la lección, ya no puedes engañarlos», manifiesta. Para el presidente de la sociedad de cazadores local ahora han cambiado las rutas de migración, «o esta zona ya no les resulta tan apetecible».

Hoy viernes finaliza la semana de càbiles que comenzó el pasado lunes, en las que está permitida la caza nocturna. El sábado anterior se llevó a cabo la última tirada o tiradeta, por ser más corta. El 21 de noviembre fue la primera de las ocho jornadas de caza por este sistema, interrumpidas por un sábado de por medio de parada biológica. Por delante quedan tres fines de semana, hasta el domingo 7 de febrero, en que está permitida la caza. Después se dará por finalizada la temporada y se procederá a cerrar el coto, que se había abierto el 12 de octubre.

Respecto al final de campaña, Badía lamenta que con el paso de las semanas «va menguando la zona de lámina de agua y de no producirse lluvias que consigan recuperar un nivel de agua en condicionesno nos queda apenas zona para la caza en el coto».

Compartir el artículo

stats