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Albalat abrirá en 2017 el centro social sin inaugurar desde 2011

El ayuntamiento quiere ceder la gestión a la Mancomunitat El Consell se muestra dispuesto a subvencionar el 50% de las plazas disponibles

Albalat abrirá en 2017 el centro social sin inaugurar desde 2011

El centro de día de Albalat de la Ribera es una de tantas infraestructuras finalizadas hace años y que permanecen cerradas por falta de dinero de las Administraciones Públicas. Pero el nuevo gobierno municipal estudia ahora ceder la gestión del edificio a la Mancomunitat de la Ribera Baixa para poder abrirlo en 2017.

El alcalde de Albalat, Felip Hernandis (EU), explicó ayer que es muy difícil que el ayuntamiento pueda hacer funcionar el centro de día con sus propios recursos. Por eso, la opción más probable es que la Mancomunitat se haga cargo de su gestión, ya que costear los gastos de mantenimiento entre todos los ayuntamientos de la comarca es mucho más viable. No obstante, la propiedad del edificio la mantendría Albalat.

En cuanto a la prestación del servicio y el cuidado de los ancianos que acudirían al centro se baraja la posibilidad de adjudicarlo a una empresa privada; aunque tampoco se descarta una gestión directa por parte de las Administraciones Públicas.

La Conselleria de Bienestar Social se ha comprometido a subvencionar el 50% de las plazas, según les trasladó al alcalde de Albalat y al presidente de la Mancomunitat, Jordi Vicedo, el subdirector de Envejecimiento Activo y Autonomía Personal, José Aurelio Carrión. Es decir, el centro tiene capacidad para 36 plazas y Bienestar Social se hará cargo de entre 15 y 20 personas.

El resto de plazas que no estarán subvencionadas por el Consell tendrán un coste de unos 832 euros mensuales cada una. Por eso, se baraja que la Mancomunitat sufrague una parte del resto de estas plazas. Ahora habrá que preparar una serie de documentación y hacer un proyecto de viabilidad para, posteriormente, solicitar una subvención a la conselleria para costear la mitad de las plazas y abrir el centro en 2017.

El edificio se construyó con los fondos del Plan E (el conocido como plan Zapatero) y las obras finalizaron en 2011. Costó de 350.000 euros. El anterior gobierno local del PSPV hizo gestiones para su apertura, pero el Consell alegó falta de presupuesto.

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