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Cullera actúa ante el avance de la plaga de la procesionaria

Las bolsas de los temidos gusanos prolifera en los pinos ante las elevadas temperaturas del invierno El tratamiento controlará su desarrollo

Cullera actúa ante el avance de la plaga de la procesionaria

El cálido invierno que se registra este año con temperaturas del todo inusuales ya tiene consecuencias ambientales. El Ayuntamiento de Cullera se ha visto obligado a adelantar los tratamientos contra la procesionaria del pino, un temido gusano que provoca urticaria. Normalmente las actuaciones para luchar contra ella se desarrollan en febrero, pero esta vez se actúa mucho detectarse una presencia importante del insecto.

Se han aplicado tratamientos en zonas urbanas y montañosas. Se ha actuado en la calle la Creu, el barrio de Sant Joan, calle la Pau, calle Sant Miquel y calle Fárgalos. También se han efectuado los tratamientos en la subida al Castillo (Revoltes del Castell), la calle Cruz Roja (detrás del IES Blasco Ibáñez), Conservatorio, en las parcelas municipales de Bonavista y en la zona montañosa que va desde el Castillo hasta el Fort.

El ayuntamiento ha pedido la colaboración ciudadana para controlar la proliferación. En ese sentido, el responsable de medio ambiente, Hugo Font, ha explicado que los pinos de propiedad privada deben ser tratados por los propietarios, preferentemente con la destrucción manual de las bolsas o con métodos biológicos, efectivos a largo plazo y sin consecuencias ambientales. Hay otras soluciones químicas legales pero con efectos ambientales perjudiciales para el entorno y la salud.

A la hora de efectuar los tratamientos y de manipular las bolsas y eliminarlas es muy importante que estas acciones se lleven a cabo por parte de alguien experimentado y protegido adecuadamente. Es también necesario que se mantengan alejadas a personas y animales domésticos. Pese a que este año el calor ha supuesto un avance de la aparición de la procesionaria, según fuentes municipales, la proliferación está ahora controlada en Cullera.

El ayuntamiento trabaja ya en la puesta en marcha de mecanismos de control naturales a través de depredadores, feromonas sexuales o insecticidas microbianos. Determinadas aves insectívoras son grandes consumidoras de esta clase de insectos. El cucut, el «capferrerico blau«' o el Palput son buenos ejemplos. Su presencia se fomenta con la instalación de nidos artificiales. Otros mamíferos que son depredadores naturales son los murciélagos, que cazan mariposas en vuelo.

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