La Conselleria de Educación tiene previsto que en unos meses se inicien las obras para reparar un pilar de contención del CEIP Sant Antoni Abat de Fortaleny que lleva varios años en mal estado y que hace tiempo obligó a cerrar el aula en la que se encuentra para evitar cualquier accidente, según explicó esta semana la alcaldesa de Fortaleny, Juani Clos.
Esta estructura se deterioró en 2013 y ello produjo que la clase donde se encuentra dejara de utilizarse. Pese a las insistencias de la anterior corporación local para que la conselleria arreglara el pilar y de remitir diversos informes y fotografías mostrando las deficiencias, no ha sido hasta ahora cuando la administración autonómica ha comunicado al ayuntamiento que ya ha sacado a concurso el proyecto de reforma y, probablemente en abril, empezarán las obras de reparación, que permitirán volver a utilizar una clase del colegio. Así la tan ansiada remodelación finalizará antes de que acabe el curso escolar. Asimismo, se renovarán los aseos que utilizan los alumnos de educación infantil. La alcaldesa añadió que el gobierno local también quiere que se construya una puerta de emergencia y se rehabilite por completo este centro, aunque de momento estas peticiones tendrán que esperar. «En 40 años la conselleria no ha hecho nada», criticó Clos que, según explicó, durante estos años el ayuntamiento ha tenido que ir haciendo pequeñas actuaciones de mejora y, en cambio, la conselleria no ha hecho ninguna reparación.
Clos también recalcó que actualmente «hay más niños que nunca» estudiando en el CEIP Sant Antoni Abat. El centro cuenta con sesenta alumnos, algunos de ellos procedentes de otras poblaciones, ya que su pedagogía innovadora hace que muchos padres se interesen por esta escuela. Por ejemplo, los niños deciden en referéndum los temas que quieren estudiar.
Se trabaja por proyectos
Además, este centro no sigue un temario clásico, sino que se trabaja por proyectos. Incluso cuentan con un pequeño huerto donde plantan acelgas, lechugas, habas, coles y remolacha. También dedican una semana a cada uno de los alumnos del primer curso de educación infantil, con una pequeña exposición con fotografías del estudiante y su familia para que se sientan integrados.
Cabe recordar que en julio de 2013 el CEIP Sant Blai de Llaurí y el Sant Antoni Abat de Fortaleny acordaron fusionarse, formando así el Colegio Rural Agrupado (CRA) Ribera Baixa. Esta unión se hizo para dar mayor estabilidad a la plantilla docente, garantizar la presencia de profesores de determinadas especialidades y lograr la permanencia de las unidades escolares actuales, ya que al figurar como un único colegio resulta más complicado suprimirlas por el mayor número de alumnos matriculados.
La decisión de agruparse fue aprobada por los consejos escolares de los centros educativos de Llaurí y Fortaleny, mientras que el colegio de la entidad local menor de El Mareny, que también había sido invitado a unirse a la propuesta, se desmarcó finalmente del proyecto.
