El imponente puente de Alfonso XIII sobre el Xúquer que une las poblaciones de Sueca y Fortaleny cumple un siglo. La obra de ingeniería corrió a cargo del estado y en su consecución participó activamente un suecano ilustre: Francisco Peris Mencheta (Valencia, 1856-Barcelona 1916). Aunque nacido en el «cap i casal», su arraigo a la capital de la Ribera Baixa fue tal que se le consideraba «un suecano más», según narró Joan Fuster en un artículo dedicado al personaje. Entre los reconocimientos recibidos también está el de hijo adoptivo de Sueca (1899).
Paco Peris Mencheta, don Paco, fue un reconocido periodista antes que político. Salió elegido diputado por el distrito de Sueca en cuatro ocasiones, la última en 1910. Tres años antes fue senador por Valencia, y en 1914, el rey Alfonso XIII le nombró senador vitalicio. El reverendo Andrés de Sales Ferri Chulio recuerda que el propio Peris Mencheta «solicitó del monarca poder bautizar el que se conoce popularmente como Pont de Ferro con su nombre», asegura.
«Es el único puente que tiene nombre propio y además de esta estructura, el Gobierno también pagó la realización de la carretera, inexistente hasta el momento», añade. El 7 de mayo de 1916 se inauguró la robusta estructura con la ausencia destacada de Peris Mencheta, quien no pudo asistir por motivos de salud. Apenas tres meses después, el 23 de agosto fallecía en Barcelona.
Ferri Chulio, director del Archivo de Religiosidad Popular del Arzobispado de Valencia, acaba de editar un completo libro recopilatorio sobre la historia de la construcción del puente y la personalidad de Peris Mencheta. El reverendo desvela el primer contacto del periodista con Sueca en este volumen titulado «El Excmo. Sr. Don Francisco Peris Mencheta y el puente de Alfonso XIII de Sueca. Centenario de su inauguración 1916-2016». Y reivindica que tanto Sueca como la Ribera Baixa tienen una deuda histórica con el personaje en forma de reconocimiento.
«Con este trabajo he querido rememorar la figura, la persona de Francisco Peris Mencheta, que dio mucho a la Ribera Baixa sin pedir un céntimo a nadie», confiesa Ferri Chulio. «A él se le debe el puente de Cullera (1905), el de Sueca y el de Albalat (1917)», añade. «En Albalat sí que tiene una inscripción en una calle, pero no así en Sueca ni Cullera». Tras las primeras elecciones del postfranquismo, Sueca recuperó el nombre tradicional y popular de Carrer Molí, mientras que Cullera lo cambió por el de Avenida de Blasco Ibáñez.
El autor cuenta que hasta la fecha se desconocía el origen de su relación con la capital de la Ribera Baixa. «Fue en 1868 cuando contaba con 24 años, y acompañó a su padre, Vicente Peris, que era picapedrero y lo contrataron para realizar los trabajos de enlosar la iglesia de Sant Pere», afirma. Las tareas finalizaron en abril de 1870.
En esos dos años Peris Mencheta establece contacto con diversos jóvenes de la localidad. Ferri Chulio apunta que creó un periódico «La chicharreta de Vilella» con ciclostil. En esta publicación colaboró, entre otros, el padre del Mestre Serrano, José Serrano Marí. Ya en 1869 crea «La chicharra», en imprenta, que constaba de cuatro páginas.
Durante el período que vivió en Sueca se desplaza a Madrid donde participó en los debates sobre la nueva Constitución. Una vez finalizadas las obras del templo, padre e hijo, regresan a Valencia.
Aunque su estancia en la capital de la Ribera Baixa fue breve, su devoción por esta localidad se hizo bien patente a lo largo de su vida. Durante sus años como diputado en Cortes fueron muchas las muestras de ello. El 17 de enero de 1899 consiguió que la reina regente, María Cristina, declarara ciudad a la villa de Sueca. «Hizo a la villa ciudad y al ayuntamiento excelentísimo», recordó el reverendo Ferri. El mismo año, el Ayuntamiento de Sueca lo nombró hijo adoptivo.
Años después, en 1909 pagó de su propio bolsillo el monumento dedicado a Josep Bernat i Baldoví (Sueca, 1809-Valencia, 1864), ubicado actualmente en el Passeig de l'Estació. Realizado en Barcelona, fue obra de Domingo Peris y trasladado en barco hasta el puerto de Valencia donde llegó el 17 de marzo de aquel año.
El escultor y Francisco Peris Mencheta acompañaron el busto en el viaje en tren que lo llevó hasta Sueca. Se instaló originariamente en la Plaça de l'Ajuntament sobre un pedestal construido por el arquitecto Buenaventura Ferrando el día 19 del mismo mes, conmemorando el primer centenario del nacimiento del abogado, político, periodista y autor teatral.
