Han tenido que pasar 24 años para que la Falla La Malva, un auténtico símbolo de irradiación cultural, recibiese el espaldarazo de la Generalitat con la visita de un alto cargo al acto inaugural de su ciclo de actividades de invierno. El secretario autonómico Albert Girona arropó el pasado jueves a los representantes de una comisión fallera icónica que ha sabido ganarse el respeto del mundillo del arte, la literatura y la promoción lingüística. La voz de Pep Gimeno «Botifarra» redondeó un acto que logró llenar hasta los topes el auditorio de la Casa de Cultura de Alzira.
Una de las principales actividades de la Semana Cultura de este año la desarrolla el colectivo de artistas Perf3rmans, un equipo multidisciplinar comandado por el pintor Boqueta que invita a los asistentes de su exposición a mirar las pinturas y esculturas, las fotografías y los vídeos con un solo ojo, como a través de una vieja cerradura, para dar libertad a las sensaciones.
A unos metros de la sala de exposiciones, en el claustro porticado del antiguas Escuelas Pías, puede apreciarse una muestra satírica de fotografías de Vicent M. Pastor e ilustraciones de Javier Bou sobre el siempre asombroso «llibret» fallero de la comisión, ganador habitual de los principales premios que otorga la Conselleria de Cultura.
La Malva rompió el jueves otra barrera: consiguió que el fotógrafo de Levante-EMV tomase la palabra en público. Desarrolló un discurso punzante cargado de agudeza para reivindicar una cultura «crítica y hasta subversiva que no sea subalterna de nadie»