Las gestiones realizadas por el gobierno local, la movilización de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de la Ribera Alta y la buena disposición de la entidad bancaria paralizaron ayer el desahucio de una familia con diez miembros, entre ellos cuatro ni-ños de entre dos y nueve años, de una vivienda de Vva. de Castellón.
Los afectados recurrieron a la PAH en la tarde del lunes, cuando ya habían empezado a vaciar el piso adquirido en 2006, que tenían que abandonar forzosamente ayer a las 11,30 horas, y la movilización de la plataforma llegó esa misma noche a oídos del alcalde, Òscar Noguera, que a primera hora de la mañana se personó en la sucursal de la entidad bancaria que había iniciado el lanzamiento hipotecario. Las gestiones se multiplicaron a lo largo de la mañana. El ayuntamiento tenía claro que la Policía Local no iba a colaborar y, según comentó Noguera, en el juzgado le indicaron que si la entidad bancaria no exigía el lanzamiento, se podía frenar. Tras la consulta elevada desde la sucursal a la central, llegó una respuesta positiva antes de la hora fijada para el desahucio.
«Queremos dar las gracias a la plataforma, al ayuntamiento y al alcalde», comentó Leonardo Aurel, uno de los propietarios del piso, mientras señalaba que debido a la crisis -llegó a la localidad hace diez años, trabajaba en la construcción y ha estado sin empleo más de un año- en 2012 dejó de pagar las letras mensuales de 400 euros, lo que derivó en la subasta de la vivienda. Su familia compartía el piso con sus padres, su hermano, su cuñada y dos sobrinos. Leonardo comentó que ahora ha vuelto a trabajar y sí puede pagar un alquiler, por lo que había buscado otro piso.
Tanto el alcalde como el portavoz de la PAH, Ricard Alemany, coincidieron en señalar que esta familia no había estado bien asesorada por el abogado que contrató y le aconsejaron que buscara un letrado de oficio para solicitar al banco un aplazamiento hasta marzo de 2017. «El BBV está por la labor de un alquiler social», comentó Noguera, mientras Alemany señalaba que se ha ganado tiempo para negociar con el banco y buscar una solución.
