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La salinidad del río Sellent fuerza una repoblación especial en Càrcer

El ayuntamiento y la Fundación Limne inician los trabajos con la plantación de adelfas, juncos y taray

La salinidad del río Sellent fuerza una repoblación especial en Càrcer

El Sellent no es un río de agua dulce, al menos en su curso bajo, desde Estubeny a su desembocadura en el Xúquer. Su paso por zonas de diapiros salinos, un sustrato con una alta concentración de sal, provoca un proceso de salinización natural de las aguas que condiciona la repoblación del tramo más próximo al casco urbano de Càrcer, que el ayuntamiento y la Fundación Limne comenzaron ayer con la plantación de adelfas, juncos y taray. «No todas las plantas soportan esa conductividad», comentó Sales Tomás, directora de esta fundación que trabaja en la conservación de ecosistemas acuáticos, mientras detallaba que si la conductividad o salinidad del agua del grifo suele ser de un milisiemens, el agua del Sellent tiene cuatro.

Un centenar de alumnos del colegio Pare Gumilla y del instituto de Secundaria de Càrcer participaron ayer en esta primera fase de la repoblación, después de que a finales del año pasado, y recogiendo una reivindicación histórica de los vecinos de Càrcer, la Confederación Hidrográfica del Júcar procediera a limpiar de cañas el tramo del cauce más próximo al núcleo urbano.

«La idea es ir dando pasos, poner variedades que aguanten las características del río y, poco a poco, plantar lo que allí había. En una primera fase se va a recubrir con estas variedades, también se plantará enea y a mediados de febrero volveremos a hacer otra replantación junto a voluntarios para ocupar todo el territorio para crear un espacio con mucha más diversidad de la que había hasta ahora, que era todo caña», comentó el alcalde de Càrcer, Josep Botella.

El ayuntamiento y la Fundación Limne pretenden recuperar este espacio fluvial como una zona de recreo para los vecinos y el primer paso de este proceso ha sido la plantación de estos primeros arbustos y juncos para evitar que vuelva a proliferar la caña. Botella incidió en que se pretende sustituir esta especie invasiva por la vegetación original de ribera.

«Asunto de seguridad pública»

Sobre las críticas de Acció Ecologista Agró a los trabajos realizados por la Confederación Hidrográfica en este tramo del río Sellent -denunció que se había destruido el hábitat de dos especies de fauna protegidas como el avetorillo y el topillo de agua-, Josep Botella defendió que la limpieza del cauce era un asunto de «seguridad pública». «La seguridad tiene dos factores, la real y la psicológica, que es tan importante como la real, y la población estaba muy preocupada por la amenaza que representaba el estado del río. Se ha limpiado para aumentar la seguridad y ahora, con la colaboración de voluntarios, se pretende recuperar la zona y darle más diversidad», incidió el alcalde de Càrcer.

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