Diversas ciudades de la comarca de la Ribera se han disputado durante años el valioso honor de descender de la antigua Sucro. Alzira, Cullera, Sueca y Albalat han disputado una batalla a cuatro bandas. Pero los estudios arqueológicos apuntan a que la mítica urbe de la antigüedad podría haberse situado en Albalat de la Ribera, en el conocido yacimiento de l'Alter de la Vint-i-huitena (siglos VII al II a.C.). No obstante, esta hipótesis aún no se ha podido confirmar por completo. Y, por otro lado, estaría el Portum Sucronem (siglo II a.C. y siglo VII d.C.), que se ubicó en Cullera, según los arqueólogos consultados.
Así que Sucro no era sólo una ciudad, era un territorio íbero de carácter fronterizo, situado en el curso bajo del Xúquer y en el que las estrechas relaciones entre sus diferentes enclaves se remontarían al siglo VII a.C.
La arqueóloga Sandra Gallego defiende esta tesis en un estudio titulado «Consideración del término Sucro a la luz de la arqueología». La investigadora explica que el área de Sucro se relaciona con la actual comarca de la Ribera y, de esta forma, hubo diferentes emplazamientos que tuvieron relaciones comerciales, sociales y políticas, pero puntualiza que Sucro «no tendría las características de una comarca actual».
El primer elemento originario que puso en relación todo este territorio fue el río Sucro (Xúquer), a partir del cual surgen las denominaciones de los otros elementos: el golfo de Valencia, que recibió el nombre de Sinus Sucronensis; el Portus Sucronem ubicado en Cullera; la ciudad de Sucro, que posiblemente estaría en Albalat de la Ribera; la Mansio Sucronem, un hostal de época romana que existió también en este municipio y un campamento militar que se estableció en la zona entre el desarrollo de la Segunda Guerra Púnica y las Guerras Sertorianas. A pesar de ello, hay que matizar que los diferentes elementos que configuraron Sucro no comparten cronología
El yacimiento de Albalat
Los investigadores creen que l'Alter de la Vint-i-huitena podría ser la antigua ciudad de Sucro porque en las excavaciones realizadas hace años se encontraron restos de viviendas y materiales cerámicos de importación fenicia.
Es un núcleo de probables raíces fenicias, ibéricas y una posterior transformación romana. Su final vendrá marcado por un gradual deterioro tras la Segunda Guerra Púnica y las Guerras Sertorianas.
Se cree que aquí estuvo la ciudad de Sucro porque era un punto estratégico al estar junto a la Vía Heraklea y la posterior Vía Augusta. Además, el hecho de haber encontrado restos de un poblado anterior a época íbera, también juega a favor de Albalat. No obstante, después de 20 años, los arqueólogos que realizaron en la década de 1990 las excavaciones en Albalat aún no han dado a conocer los estudios sobre estos hallazgos, a pesar de las peticiones de otros investigadores. De ahí que no se pueda confirmar que la mítica ciudad de Sucro se encontraba en este enclave.
Recientemente un vecino de Cullera ha adquirido un mapa del siglo XVII del Imperio Romano en el que aparece la ciudad de Sucro. La ubicación se encuentra hacia dentro de la costa y en el margen izquierdo del río. Y, aunque los arqueólogos advierten de que la ubicación no es muy precisa, sí que reconocen que sería otro punto a favor de la tesis de Albalat.
Relaciones comerciales
El arqueólogo municipal de Cullera, Kike Gandia, señala que «Cullera posee el poblado ibérico de l'Alt del Fort donde, según las últimas investigaciones, existiría un punto de control y vigilancia costero vinculado a otro poblado más importante que se encontraba en l'Alteret de la Vintihuitena -identificado por la mayoría de los investigadores como el campamento romano construido en la Segunda Guerra Púnica: el Sucro de las fuentes latinas- en la vecina población de Albalat».
El río Xúquer actuaría como vía de comunicación entre los dos poblados y como eje vertebrador del territorio al que, sin duda le daría nombre, según Gandia. Desde el puerto de Cullera las mercancías y personas se desplazaban por vía fluvial hasta l'Alteret de la Vintihuitena (Albalat) -antiguo campamento romano convertido en próspero centro urbano- que actuaba como centro neurálgico de toda la actividad comercial y económica del territorio Sucro.
El río Xúquer, conocido en aquella época como Sucro, era navegable hasta Alzira y, como han constatado los investigadores, desde el río Magro se penetraba por vía fluvial hacia las tierras del interior, pasando así por la gran ciudad ibérica de Kelin (La Carencia de Turís) y llegaría hasta Utiel-Requena, donde se han encontrado materiales arqueológicos de importación, tanto griegos como fenicios.
