Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un pájaro vulnerable por la desecación y poco estudiado

El carricerín cejudo, que recibe este nombre por las dos franjas oscuras que tiene sobre los ojos, está en peligro de extinción debido a la desecación de las zonas húmedas que se han reconvertido en agrícolas. Hay pocos registros sobre esta ave debido a su difícil detección y al escaso desarrollo de programas de anillamiento científico de aves, que posibilitaría un mayor conocimiento de su estatus. La construcción de los filtros verdes, como el de Sollana, les ha proporcionado un hábitat ideal y, por eso, se han localizado ejemplares en estos enclaves. «De la buena conservación de los humedales, como el filtro verde del Tancat de Milia, dependen muchas especies para recuperar fuerzas y alimentarse y continuar su viaje migratorio a miles de kilómetros», dice Marín. Hay que tener en cuenta que, como advierten los expertos, las migraciones en primavera son diferentes a las que se producen en otoño, ya que la meteorología es más inestable. «Igual en un día no pasa ningún carricerín y después pasan durante seis días seguidos», advierte Pedro Marín. De ahí la importancia de desarrollar el anillamiento durante 15 días.

P. B.

Compartir el artículo

stats