En boca del presidente Javier Pérez parecen menos alarmistas pero lo bien cierto es que el máximo dirigente de la UD Alzira tiene serias dudas sobre el futuro inminente del club. Cree que en el presente curso se ha realizado un esfuerzo sobrehumano para la configuración de la plantilla, con un aumento del coste de las nóminas como ya se anunció a principio de temporada, en el mes de julio. El hecho es que el mercado invernal ha venido de perlas para dar unos pequeños retoques a la plantilla que dirige Dani Ponz (algunos afirman que varios jugadores se habían acomodado) pero también ha servido para aligerar un poco el apartado económico, con la salida de jugadores «de peso» que contaban con fichas altas que estaban ahogando al club que, a pesar de ello, sigue pagando con una puntualidad religiosa a los jugadores cada mes.
«Nos va a costar llegar a final de año». Esa fue la frase que soltó sin más el presidente azulgrana en conversación con este periódico. Una sentencia que oculta el esfuerzo hercúleo que todos los meses se realiza en una entidad que apenas recibe ayudas de instituciones públicas y de empresas privadas y que además tiene que hacer frente a pólizas (herencias recibidas) que cuestan miles de euros todos los meses.
Con ello, el mercado invernal ha provocado la salida de jugadores como Brian, Gabri, Ducó o Palomares, sustituidos con cuatro fichajes cuyo coste es prácticamente igual a cero para la UD Alzira. En el caso de Juanra, el Elche Ilicitano costea el 75 % del coste de la ficha, pagando el Valencia CF el 100 % de la nómina de sus jóvenes pupilos Kaiser, Javi Pérez y Cedric. El equipo azulgrana se nutre de futbolistas con carreras en sus inicios pero con experiencias ya contrastadas, incluso en categorías superiores.
Fichan por el Alzira, además, por el prestigio de la entidad y por contar con minutos en un club que siempre podrán enorgullecerse de haber formado parte. El cómputo final es que la directiva de Javier Pérez ha conseguido adelgazar el precio de la plantilla en miles de euros. Y eso que en el principio de la campaña ya estaba muy por debajo de lo que cuestan algunas de esas que buscan completar una buena temporada en la Tercera División. Es el caso del último rival que visitó el Luis Suñer Picó, el Torrevieja, cuya plantilla cuesta anualmente 180.000 euros, muy lejos de los 70.000 euros que inicialmente costaba la de la UD Alzira y que ahora se ha visto recortada.
Esta semana está previsto que la directiva dé a conocer el nombre de una empresa de la ciudad que invertirá en el club, pudiendo convertirse en una de las ayudas económicas más importantes que reciba la entidad blaugrana en el presente curso.
En el apartado deportivo, el presidente consideró que el objetivo de la plantilla es lograr la permanencia lo antes posible pero que si se consiguen dos victorias seguidas se puede adquirir la confianza necesaria para luchar por las plazas que dan derecho a estar en la promoción de ascenso a Segunda División B. «El calendario que nos espera en las próximas semanas es complicado con el Orihuela, Elche Ilicitano y Castellón», dijo Javier Pérez.
