Los más de 1.200 inscritos que optan a las plazas de personal funcionario interno diverso en el Ayuntamiento de Algemesí ya pueden presentar los méritos para participar en el concurso que decidirá el orden definitivo de los candidatos en la bolsa de empleo programada. El consistorio ejecuta de este modo la sentencia estimada por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 5 de Valencia en la que se anulan las bases de la bolsa de trabajo y se establece como forma de selección el concurso.
La primera convocatoria para la bolsa algemesinense tuvo lugar en 2014. En aquella ocasión, las bases consideraban que el proceso de selección se realizaría por mediación de un examen sin contabilizar los méritos, ni los académicos ni la experiencia laboral. Fue entonces cuando la Comisión Sindical de Comisiones Obreras del País Valencià (CC OO) denunció un incumplimiento de las bases generales para la provisión de puestos de personal interino, dándole la justicia la razón a CC OO e invalidando el sistema de selección que programó el gobierno del Partido Popular (siendo entonces alcalde Vicent Ramón García Mont), el cual no se ajustaba a la normativa. Meses después de conocerse la sentencia, el Ayuntamiento de Algemesí acordó en junta de gobierno ejecutar la sentencia y rectificar la base 6.1 de la convocatoria, estableciendo como forma de selección el concurso.
De este modo, los 1.241 inscritos en este proceso de selección tendrán hasta el próximo día 22 de febrero para presentar los méritos. Una vez transcurrido el plazo, un tribunal valorará la puntuación de cada uno de los candidatos en función de sus méritos y se creará una bolsa de empleo que se dará a conocer en la página web de ayuntamiento con un periodo para realizar alegaciones. Los inscritos optan a diferentes plazas de subalterno, operarios de limpieza, operarios de servicios generales, auxiliares de ayuda en domicilios y oficiales de servicios generales.
Caos en el primer examen
La adjudicación de las plazas de funcionario interino pondrá fin a un proceso de selección que alcanza los dos años y que ha vivido algunos episodios surrealistas. El primer examen, a principios de 2014, se tuvo que suspender al habilitarse un local insuficiente para acoger a todos los inscritos y quedarse fuera unos 300 sin aposento, los cuales irrumpieron a gritos en la sala. Los afectados pidieron explicaciones a García Mont, quien recibió a 34 de ellos en el consistorio para calmar los ánimos. El examen se repitió con mejor organización, pero a mediados de 2015 el tribunal anuló las bases.
