La Conselleria de Infraestructuras ha iniciado un proceso de reordenación del mapa concesional de la C. Valenciana para poner fin al caos existente en el sistema de transporte público por carretera. Los nuevos responsables del departamento que dirige Mª José Salvador se han encontrado con la necesidad de reconducir más de 70 concesiones de líneas de autobús caducadas o a punto de agotarse, una asignatura pendiente de la anterior legislatura. En esta situación están dieciséis líneas de la Ribera.
Hasta siete líneas de transporte público de la comarca tienen caducada la concesión desde nada menos que 1999. Se trata de los autobuses que cubren las rutas Cullera-Mareny de Sant Llorens (que fue adjudicada a por Miguel Ribera Autocares,SL), Corbera-Llaurí-Valencia (Autobuses Sueca, SL), Rafelguaraf-Xàtiva (Autobuses Chambitos, SL), Bicorp-Sumacàrcer-Valencia (Togsa), Carcaixent Algemesí (Autocares Lozano), Tous-Alberic-Alzira (Autocares Briz), Catadau-Alzira (Autocares Bisbal-Cánovas) y Antella-Alberic-Alzira (adjudicada a Franjen, SL).
Tampoco se ha renovado la ruta Villanueva de Castellón-Xàtiva, que se asignó en el año 2000 a Los Juanes, SL. Desde entonces también quedan por revisar las líneas Carcaixent-Polinyà de Xúquer-Valencia (Autobuses Buñol), Càrcer-Xàtiva (La Antellense). Caducadas desde el año 2001 quedan las rutas Xàtiva-Carcaixent-Simat-Gandia (Simbus), y Algemesí-Cullera-Alzira (Autocares J. Sarrión). Y otras tres líneas más están pendientes desde 2003: Valencia-Turís-Yátova (Autocares Buñol), Valencia-El Perelló-Cullera (Autocares Herca) y Valencia-Benifaió-Benimodo- Llombai (Autocares Buñol).
Los pliegos de las nuevas líneas fueron sometidos a información pública en los últimos compases de la pasada legislatura. Sin embargo, tras las elecciones del 24M, los nuevos gestores de la conselleria han querido examinar con calma la situación y a finales de 2015 anunciaron una «revisión completa» del sistema de transporte público por carretera. La concesión de las nuevas licencias quedó aplazada sin fecha y los proyectos aprobados por el PP en varios municipios se han dejado sin efecto para atender las alegaciones y demandas expresadas por los alcaldes.
Infraestructuras busca ahora articular una nueva fórmula de financiación que permita la sostenibilidad en el tiempo de un servicio tradicionalmente deficitario, con vistas a que pueda prestarse«de forma más eficiente y eficaz».
La conselleria pretende asegurar el mayor número de líneas posibles pero pide tiempo para poder estudiar la mejor manera de arbitrar el nuevo sistema.
