Alzira no quiere que las calles se conviertan durante las fallas en una auténtica selva sin ley, como sí sucede en otras localidades, en las que el control sobre todo de limpieza queda relegado por la amplia presencia de público y los múltiples actos exteriores. Por ello, el ayuntamiento que comanda Diego Gómez instalará en breve hasta cuarenta y cinco urinarios y seiscientos papeleras de cartón adicionales para cubrir todas las necesidades de las miles de personas que todos los años asisten a las fiestas josefinas de las capital de la Ribera.

«Este año estamos en el punto de mira para conseguir la declaración de patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco y, por lo tanto, tenemos que dar una imagen digna y por eso desde las dos concejalías implicadas, se ha hecho un esfuerzo para contribuir a que así sea», explicó ayer la vicealcaldesa y edila de Fiestas, Isabel Aguilar, en referencia también a la concejalía de Servicios Públicos que comanda Fernando Pascual.