El desplome de las temperaturas hace una semana ha causado más daño en el campo del que los técnicos apreciaron en un primer momento. La fruta de verano y, en particular, las variedades más tempranas de melocotón, paraguayo y nectarina, sufrirán una importante merma que en campos del Marquesat, la Vall dels Alcalans, l´Alcúdia o Carlet puede alcanzar el 80 % de la cosecha. Se han detectado parcelas con toda la producción dañada, pero no es una situación generalizada. Diferentes fuentes consultadas coincidieron en destacar el comportamiento «extraño» de la helada que, debido a las condiciones climatológicas, ha afectado a las zonas más hondas, pero deja una afección muy desigual, incluso entre parcelas colindantes. La helada no fue severa ni el frío impropio del mes de febrero, aunque debido a las elevadas temperaturas del invierno cogió a muchos árboles en floración, lo que ha agravado sus consecuencias.
El almendro es el cultivo que más ha sufrido los efectos del frío con una afección estimada del 90 %, aunque su presencia en la Ribera Alta es testimonial -se concentra en la subcomarca de la Vall dels Alcalans y Turís- y, por tanto, no se puede hablar de grandes pérdidas. El responsable de los servicios técnicos de la Unió, Ferra.n Gregori, comentó que ante una producción estimada de 33 toneladas, las pérdidas económicas representarían cerca de 100.000 euros
Mucho mayores serán en la fruta de verano y la importante merma de cosecha tendrá como consecuencia directa la pérdida de miles de jornales en la «aclarida», la recolección y la manipulación. El técnico de la Unió sitúa las peores consecuencias de las heladas en la Vall dels Alcalans y el Marquesat, además de Carlet, l´Alcúdia y Benimodo, la principal área productora de fruta, y señala que en el caso de las variedades tempranas y extratempranas de melocotón y nectarina la afección se sitúa entre el 60 y el 80 %. El vicepresidente de AVA, Bernardo Ferrer, también advierte de daños en esta área de hasta el 80 %.
El técnico de la cooperativa de Alfarp, Enrique Sanz, admite que en el caso de su término municipal y el Marquesat en general, los agricultores aprovechan que se trata de zonas muy cálidas para plantar variedades muy tempranas y, por tanto, la afección es muy alta. «Ha hecho mucho daño, yo calculo que de una producción de casi tres millones de kilos en el caso de Alfarp, se perderán entre el 70 y el 80 %», comentó, mientras señalaba que incluso algunas variedades «que para nosotros pueden ser más tardías» se han podido ver afectadas, aunque en menor medida.
El presidente de la cooperativa de Carlet, Vicent Monzó, incidió en el comportamiento «extraño» de la helada tras dos noches consecutivas de frío. «Ha afectado a zonas que no se esperaba y a otras que se esperaba, no tanto», indicó, al tiempo que reconocía que hay parcelas con una afección del 100 %, si bien comentó que hablar de una afección general del 70 % le parecía excesivo.
Desde la Unió de Carlet, Eduard Esparza estimó en torno al 30 % el daño en el conjunto del término municipal, ya que la afección puede oscilar «entre el 100 % y el 0 %» y comentó que, por los datos que le habían facilitado la cooperativa, ésta ha estimado la pérdida de cosecha entre 2,5 y tres millones de kilos. Monzó sí señaló que la pérdida de jornales será «inmensa».
