El Consell ha aplazado por segunda vez la reunión que debía mantener con los alcaldes de 13 municipios de la comarca de la Ribera para tratar la posible rebaja de la tasa del agua. El secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro, debía reunirse ayer con los representantes municipales, pero el acuerdo se ha pospuesto para el próximo 3 de marzo por motivos de agenda. Es la segunda vez que se retrasa este encuentro, ya que la primera convocatoria se hizo para el 16 de febrero y ésta ya se pospuso al estar Álvaro de viaje en Alemania. Desde la Conselleria de Medio Ambiente propusieron que, en lugar del secretario autonómico, asistiera el director general del Agua, Manuel Aldeguer, a la reunión que debía celebrarse el 16 de febrero. Pero los alcaldes de la comarca declinaron la propuesta, ya que quieren tratar un tema de máxima importancia para la comarca con los representantes autonómicos de más alto nivel. No obstante, tampoco se ha barajado la posibilidad de reunirse con el consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián o el presidente del Consell, Ximo Puig.
Reacción municipal
Este nuevo aplazamiento empieza a minar la paciencia de los representantes de la Ribera. Un alcalde de la comarca comentaba ayer a este periódico que no están molestos ni enfadados, pero «no hace gracia que vayan dando largas», dice un primer edil, ya que se trata de un tema trascendental para los trece municipios implicados. Hoy en día los pueblos ribereños pagan 18 céntimos por cada metro cúbico de agua de la potabilizadora de Alzira, pero los alcaldes piden a Medio Ambiente que rebaje esta cifra hasta los 10 céntimos, ya que están dispuestos a pagar por la explotación de las instalaciones y el suministro de agua, pero no por la amortización de las infraestructuras, como por ejemplo la ETAP de Alzira y los pozos de la Garrofera, que en total costaron 50 millones de euros.
Los alcaldes son contrarios a asumir estos gastos porque, según defienden, estas construcciones se hicieron porque los pozos estén contaminados, pero los municipios no son los responsables de que el agua no sea adecuada para el consumo.
Posible rebaja del agua
El último encuentro que los alcaldes y concejales de la Ribera mantuvieron con el secretario autonómico de Medio Ambiente tuvo lugar el 19 de enero y, en él, Julià Álvaro abrió la puerta a una posible rebaja de la tasa del agua, ya que las diferencias económicas que se mantiene con los ayuntamientos no son insalvables, según dijeron. Además, la administración autonómica reconoció que los vecinos de la comarca no son los culpables de la contaminación de los pozos.
El problema del agua afecta a 170.000 vecinos de la Ribera que residen en Albalat, Algemesí, Alzira, Benicull, Carcaixent, Corbera, Cullera, Favara, Fortaleny, Llaurí, Polinyà de Xúquer, Riola y Sueca. Hay pequeños municipios que ven el pago de la tasa del agua inasumible porque en algunos casos deben abonar 120.000 euros anuales. Un gasto que supone un duro esfuerzo para las arcas municipales.
