El centro islámico la Comunicación de Alzira ya cuenta con la preceptiva licencia de obras para construir una gran mezquita en el sector Hort de Galvañón. Los promotores han modificado el proyecto para ajustarlo a la normativa urbanística que rige en el sector y el tripartito le dio luz verde en la junta de gobierno celebrada esta semana. Así lo explicaron los concejales de Gestión Urbanística y Participación Ciudadana, Fernando Pascual e Inmaculada Onrubia, en la reunión que mantuvieron con los vecinos de la Nueva Alzira el jueves por la tarde.
El ayuntamiento había denegado en noviembre la licencia de obras solicitada por la Comunidad Islámica la Comunicación al considerar los técnicos municipales que el proyecto excedía la edificabilidad del sector. La modificación introducida por el centro cultural islámico ha consistido en destinar parte el edificio, inicialmente contemplado todo como dotacional, a residencial, a modo de vivienda del imán además de un pequeño albergue, un cambio que ha permitido ajustar el proyecto a los parámetros que exigía el ayuntamiento.
«Se han subsanado los defectos advertidos para la construcción de un centro cultural y, una vez corregidos, no hay inconveniente en otorgar la licencia de obras», explicó el concejal de Gestión Urbanística, mientras comentaba que los vecinos de la zona habían solicitado información del proyecto y el jueves también pidieron poder ver el expediente.
Esta comunidad islámica -en Alzira existen dos- compró en su día una parcela de mil metros cuadrados en el sector Hort de Galvañón para proyectar la que está llamada a ser la segunda gran mezquita de la Ribera, tras la inaugurada hace poco más de un año en l'Alcúdia. Las imágenes virtuales que han trascendido del proyecto muestran un edificio con una gran zona de rezo en planta única, una estancia en la que sobresale al exterior una cúpula, mientras que el extremo en que se situaban unas dependencias anexas ha adquirido ahora un carácter residencial, para ajustar los parámetros de edificabilidad.
El proyecto de levantar una mezquita en este punto provocó cierta oposición de algunos sectores hasta el punto que unos desconocidos llegaron a lanzar cabezas de cerdo al solar en el que está prevista la construcción en un claro intento de provocación u ofensa al colectivo musulmán, ya que el cerdo es un animal impuro para el Islam.
No obstante, desde otros colectivos musulmanes recordaban que el centro islámico que promueve esta gran mezquita está presente en Alzira desde el año 2007 -ocupa un bajo en la calle Gerardo Laguía- y que si en todos estos años no ha ocasionado nunca ningún problema, tampoco tiene por qué hacerlo si se traslada a un edificio de nueva construcción.
Este tipo de centros islámicos se conciben como puntos de encuentro para la comunidad musulmana, que se reúne en ellos para rezar, pero también como centros culturales en los que se suelen impartir clases de árabe dirigidas especialmente a niños para que no pierdan la lengua materna, entre otras actividades.
