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Perseguido durante la República

Las autoridades franquistas le restablecieron en el ejercicio de su profesión, aunque al poco tiempo se jubiló

Las relaciones de este católico practicante con las autoridades republicanas parece que no fueron muy buenas y en 1936 fue interrogado y obligado a firmar una declaración jurada de adhesión al Gobierno. En 1937, cuando tenía 66 años, fue incluido en las listas de depuración profesional del magisterio valenciano en la zona del Frente Popular para propiciar su jubilación forzosa. En enero de ese año las cosas fueron a peor. Asaltaron y saquearon su domicilio en Valencia y López Marco llegó a estar durante unos días encerrado e incomunicado en la prisión anarquista de la Checa junto a dos familiares más. Así que, cuando consiguió salir, se trasladó a Tarragona donde vivía uno de sus hijos, el médico Vicente López Ibor. El otro hijo que tuvo fue el afamado psiquiatra Juan José López Ibor.

Acabada la Guerra Civil, las autoridades franquistas le restablecieron en el ejercicio de su profesión, aunque al poco tiempo se jubiló. Para entonces este profesor de origen conquense ya era una destacada figura en Sollana. Así que, en 1946 el pleno municipal aprobó que la nueva escuela que se estaba construyendo llevara el nombre de López Marco.

Pero Don Miguel no pudo llegar a conocer estas instalaciones porque falleció en 1948 y, hasta un año después, no se inauguró el nuevo colegio que llevaba su nombre, además de un busto suyo, esculpido por el suecano Vicent Beltrán, que se ubicó en el edificio.

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