La falta de viviendas en el casco urbano de Gavarda había provocado que el precio de las existentes se lanzara hasta convertirlas en inasumibles para los jóvenes que buscaban construir una vida lejos de la casa de sus padres y madres. El movimiento de la conselleria permitirá que las viviendas protegidas puedan contar con un precio al alcance de los gavardinos, sobre todo por la posibilidad de ir pagándola mediante el alquiler mensualmente. La segunda reacción que se espera es la bajada de los precios de las viviendas particulares en venta, que ahora deberán competir con las de protección oficial. Con ello, se reestructura el mercado inmobiliario en Gavarda. El alcalde anunció ayer a Levante-EMV que el consistorio estudia ofrecer más parcelas para construir. c. senso alzira
