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Las salas de banquetes vuelven a tener algo que celebrar

Comienza a reactivarse el negocio El número de comensales y el precio de los menús han bajado un 35 % desde la crisis

Las salas de banquetes vuelven a tener algo que celebrar

En cuanto terminen las Fallas y las fiestas de Pascua empezará la temporada de las bodas y las comuniones, pero las salas de eventos de la comarca de la Ribera -donde el sector cuenta con algunas de las empresas más importantes por su trayectoria y su prestigio- no están para muchas fiestas. Los salones de banquetes cuentan que, desde el año pasado, se ha empezado a experimentar una leve recuperación económica, pero la situación aún es difícil y ni por asomo similar a los años dorados previos a la crisis económica.

Desde uno de estos negocios explican que, según datos de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV), el volumen de comensales y el precio de los menús han bajado alrededor de un 35 % desde el inicio de la crisis. No obstante, en 2015 empezó a registrarse un aumento en el volumen de negocio que, según las reservas que hay para la temporada 2016, parece que este año será similar.

«El año pasado hubo un pequeño crecimiento y esta temporada se presenta igual que 2015», dicen desde el sector. También desde otra sala de fiestas coinciden en que «la temporada se presenta igual que el año pasado».

Menos comensales

Una sala de fiestas con amplia tradición en la comarca de la Ribera cuenta que antes de la crisis acudían entre 300 y 400 invitados a una boda; en cambio, ahora suelen ser entre 80 y 120 personas y, con un poco suerte, puedes llegar hasta 200. En cuanto al precio medio del menú, antes se solían gastar unos 65 euros por cubierto, pero ahora el gasto suele ser de 55 euros. De hecho, el precio medio suele estar entre los 50 y los 60 euros.

El caso de las comuniones es muy similar. En este mismo negocio explican que de 80 o 90 invitados han pasado a ser tan solo 30 personas, es decir, la familia más cercana del niño; como mucho, 50 o 60 personas en algunos casos. Y de 60 euros por menú, ahora han pasado a 50 euros.

Se trata de ocasiones especiales, pero si antes la gente lo celebraba por todo lo alto, hoy en día se lo piensan dos veces antes de gastar. Invitan tan solo a los más allegados y algunos invitados no acuden; además, eligen menús mucho más económicos.

Competencia de restaurantes

El descenso en el número de comensales y en el precio de los menús ha provocado que muchas familias opten por hacer estas celebraciones en un restaurante, sobre todo cuando se trata de una comunión. Como admiten en una sala de fiestas, «no podemos hacer precios tan competitivos como los restaurantes porque pagamos más impuestos», dicen.

Las salas de eventos se vieron obligadas a bajar precios al principio de la crisis económica y ello ha permitido reactivar un poco el sector. Pero ahora su margen de beneficio en cada celebración es mucho menor y las contrataciones de personal también han descendido.

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