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Un barrio de Alzira se moviliza por la custodia de un menor que tenía acogido una familia

El Consell ha obligado a los tíos del pequeño Rafa, de apenas 2 años, a entregarlo al departamento de Servicios Sociales tras estar doce meses con ellos - Una manifestación reclamará el viernes el regreso del niño

Un barrio de Alzira se moviliza por la custodia de un menor que tenía acogido una familia

«Rafa, lucharemos para que vuelvas»; «Injusticia»; «Todos con el pequeño Rafa»; «Juntos podemos» o «Rafa, en casa te esperamos» son algunos de los mensajes que se pueden leer en las decenas de pancartas colgadas en viviendas de les Barraques. Este barrio alcireño se ha movilizado en apoyo de la familia Madrid García, que el lunes de la semana pasada tuvo que entregar al personal de la Conselleria de Políticas Inclusivas a un niño de 22 meses, hijo de una sobrina, al que vieron nacer y que han tenido en acogimiento durante un año.

Familiares y amigos han impulsado una recogida de firmas tanto en internet como en soporte papel para pedir a la Administración autonómica «que Rafa vuelva con su familia» y han convocado para el próximo viernes una manifestación que saldrá de Les Barraques a las 10,30 horas, pasará por la sede central de Servicios Sociales y prevé llegar hasta las dependencias que este departamento municipal tiene en la Muntanyeta, en el conocido como Xalet de Fava, donde el lunes ya se concentró un grupo de allegados para protestar en el momento en que se realizaba la entrega del niño bajo la vigilancia de varias patrullas de la policía para evitar incidentes.

No obstante, la familia tiene concertada hoy una reunión con el alcalde de Alzira, Diego Gómez, y la concejal de Bienestar Social, Marina Mir. La edil explicó que, si bien se trata de una decisión de la conselleria, el ayuntamiento prevé investigar el caso «y ver si podemos echarles una mano» ya que entiende que es comprensible desde el punto de vista humano la situación derivada de separar a un niño de su familia.

La familia vive momentos de angustia desde que el viernes 26 de febrero se le notificara «sin tiempo para reaccionar» que el lunes siguiente debían entregar al pequeño Rafa a la conselleria. Se trata del hijo de una sobrina que, según relata Pura García, acogieron en Alzira cuando estaba embarazada de ocho meses ya que había tenido problemas con sus padres.

Pura y su marido, Ángel Madrid, vieron nacer al niño, aunque la propia conselleria les advirtió de que la madre no podría quedarse con él, por lo que tramitaron el acogimiento del menor, que les fue concedido tras pasar nueve meses en la casa cuna. Sabían que al año se debía realizar una evaluación del caso aunque, según relatan, la conselleria no lo ha prorrogado cuando su deseo era continuar con el acogimiento o incluso solicitar la adopción del menor.

No obstante, según su relato, la conselleria alega un exceso de cargas familiares ya que la familia tiene un hijo autista -«ya tiene 18 años y no es ninguna carga», defiende la madre- y que el cabeza de familia arrastra

una dolencia cardíaca. Pura García, no obstante, asegura que su marido ya ha pasado por el tribunal médico «y está apto para trabajar».

«Tener el niño por la mañana, darle el desayuno, vestirlo y que te lo quiten para dárselo a otra familia es muy duro», relataba ayer entre sollozos la tíaabuela del pequeño Rafa, mientras señalaba que ha llamado a la conselleria para preguntar cómo estaba el niño «y me han atendido muy mal», según dijo, al responsabilizarle de la concentración que se produjo el pasado lunes. «Nosotros no hemos hecho nada, fuimos a entregárselo voluntariamente», incidió, mientras relataba que se personó esa misma mañana en la conselleria para intentar hablar con la asistente social y que, sin conseguirlo, regresó de forma acelerada para entregar al niño a la hora que le habían indicado.

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