El servicio especializado de atención a familias con menores en situación de riesgo y con medidas jurídicas de protección que presta la Mancomunitat de la Ribera Alta (Seafi) trató durante el último año de forma directa o indirecta a 452 niños y adolescentes, lo que representa un ligero incremento respecto del año anterior (2 %) en que se contabilizaron 443 casos, pero de casi el 60 % si se toman como referencia los datos de 2012 en que fueron 284 los menores atendidos. Los técnicos de este servicio mancomunado al que están adheridos 25 municipios, trabajan con los objetivos de preservar la unidad familiar o propiciar la reunificación si el menor se encuentra fuera, aunque en los casos en que se agotan todos los recursos de apoyo a la familia sin haber logrado que se normalice la situación del menor, se busca otro núcleo familiar que garantice un adecuado desarrollo. El Seafi buscó en 2015 un nuevo hogar para 31 menores procedentes de una veintena de familias. A 19 se les encontró acomodo con otros parientes, una alternativa que se considera prioritaria para no desvincular al niño del entorno más próximo; otros dos se encuentran con una familia educadora y de los otros diez casos de menores en los que se ha propuesto un acogimiento residencial, dos se encuentran a la espera de resolución por parte de la conselleria, según detalla la memoria de actividad de este servicio.
El Seafi atendió el último año a 253 familias y reabrió los casos de siete de ellas cuando ya se habían dado por cerrados -la estadística computa 260 intervenciones familiares-, de los que la gran mayoría (218) corresponden a menores que se encuentran en situación de riesgo, mientras que en 35 la intervención responde a menores con medidas de protección. El motivo principal del grueso de las intervenciones (107) se deriva de conflictos conyugales o familiares de alta intensidad, entre los que se encuentran procesos de separación en los que se utiliza al menor como arma arrojadiza entre los progenitores o familiares. El segundo motivo que genera un mayor número de intervenciones deriva de la aparición en el menor de problemas de conducta como consecuencia de una dinámica familiar que le resulta perjudicial (72) y también se realizaron 15 intervenciones en casos de violencia filioparental en los que los padres han perdido la autoridad y el control sobre la conducta de sus hijos.
La prolongada crisis económica ha propiciado un aumento de los casos de menores en situación de riesgo -se considera cuando se detectan una serie de condiciones que impiden el desarrollo adecuado de las necesidades infantiles-, pero los técnicos atribuyen el progresivo incremento de familias atendidas a la sucesiva incorporación de municipios al servicio mancomunado -en 2015 se incorporaron dos nuevos pueblos- y al mayor conocimiento del Seafi ya que, además de trabajar codo con codo con los departamentos de Servicios Sociales de cada municipio, también se ha buscado una coordinación con colegios e institutos ya que se considera fundamental el ámbito escolar para detectar nuevos casos y también en el ámbito de la salud y la justicia.
El carácter mancomunado de este servicio permite a las familias elegir entre una atención en su propio municipio o recibir la asistencia en cualquier otro si prefiere una mayor privacidad.
