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Cullera descubre el boceto de una de las primeras fallas de la ciudad

Una mudanza permite encontrar el dibujo del monumento plantado en 1930 en el Arrabal de la Mar

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La casualidad ha querido que en este mes de marzo haya habido un hallazgo importante para la historia fallera de Cullera. Se tiene constancia de que la primera falla que se plantó en la ciudad fue allá por el año 1928 en el que se conocía como Arrabal de la Mar, actualmente donde se planta la falla Taüt, y que fue obra del carpintero Gabriel Bonet. Quedó constancia de la misma en un «llibret» de la época, en el cual se dibujó de forma fiel lo que representaba aquella falla, la puerta del recinto ferial de la Cullera.

Esta primera comisión estaba formada por Juan Pedrós, José Navarrete, Manuel Sanjuán, José Ferrer, Julián Martínez, Pedro Juan, José García y el mismo Gabriel Bonet. Pero a principios de este mes de marzo, y en una mudanza del nieto y la biznieta de Bonet, se ha producido otro hallazgo: el de la segunda falla de la que se tiene constancia y que también se plantó en el Arrabal de la Mar en 1930 y dque se conocía por algunas fotografías de la época. La importancia del hallazgo es que en el mismo boceto se haya presente un cuño del ayuntamiento y está datada y firmada por el mismo Gabriel Bonet.

Este hallazgo confirma que las fallas de Cullera tienen sus inicios a principios del siglo XX y que la imaginación de aquellos hombres les hacía ya, no solo construir lo que era la falla en sí, sino que en los laterales de la misma también incluían sus críticas, tal y como queda reflejado en el boceto de la misma. El boceto original ha sido cedido a la falla que actualmente planta en dicha plaza, la cual ya le ha buscado una ubicación adecuada en el casal de la comisión para que los vecinos de Cullera puedan disfrutarlo.

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