Cerca de 3.500 ramos entregados por las falleras de las 35 comisiones de Alzira sirvieron ayer para confeccionar un manto floral a los pies de la patrona local, la Virgen del Lluch. La ofrenda, uno de los actos más destacados de las fiestas, presentó este año dos novedades significativas: una el cambio de ubicación del templete y la otra la presencia del alcalde de la ciudad, Diego Gómez (Compromís), entre el grupo de voluntarios encargado de recoger los ramilletes.
La participación de la primera autoridad municipal fue una sorpresa para todos. No cesó de recoger ramos y de fotografiarse con los presidentes y las falleras mayores de las comisiones, que en su gran mayoría no acertaban a entender si su presencia allí obedecía a un detalle del protocolo o a cualquier otra circustancia.
Fue el mismo alcalde el que solicitó a la Junta Local Fallera participar en la ofrenda y recoger con sus propias manos las flores que aportaban las mujeres. Los directivos del colectivo fallero sólo le pusieron una condición: que fuera vestido con la indumentaria tradicional valenciana. De esta guisa desfiló en la ofrenda junto a la vicealcaldesa, Isabel Aguilar (PSPV), quien también iba ataviada con el traje regional, y luego se quedó bajo el templete que presidía la imagen de la Mare de Déu del Lluch para ayudar al equipo encargado de encajar la estampa floral.
Inicialmente, el alcalde pretendía que los integrantes de la corporación local le acompañaran en esa tarea, pero su propuesta no encontró muchos adeptos. Gómez no se arredró y acudió en solidario a cumplir su deseo. El resto de concejales prefirió seguir el acto desde el palco de autoridades levantado unos metros más allá, en plena Plaça Major.
El diseño del tapiz floral reproduce la llama que ilustra el libro editado por la Junta Local Fallera de Alzira en el año en que las Fallas aspiran a convertirse en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Se trata de un diseño realizado por las firmas Flores Carol y Art en Flor Christian.
El nuevo emplazamiento del templete (el centro de la plaza Mayor de Alzira) se debe a la coincidencia de fechas con la Semana Santa y a que la ubicación en los casalicios apenas hubiera permitido que el tapiz permanecieran 24 horas a la vista del público, ya que es un punto de paso de procesiones y traslados.
El nuevo emplazamiento permitirá disfrutar del tapiz en el Domingo de Ramos, que también suele congregar a numeroso público en la calle y, además, ocupará un lugar de paso muy frecuentado en esas jornadas festivas.
El tiempo desapacible no impidió que, como marca la tradición, miles de falleras de los diferentes municipios de la Ribera donde se celebran las fiestas lucieran sus mejores galas para participar en la ofrenda de flores, un acto que suele resultar muy emotivo.
La ofrenda se vivió también ayer en la mayoría de poblaciones de la comarca. Las más multitudinarias en Carcaixent y Cullera.
