El Museo Municipal de Alzira (MUMA) acogió ayer la presentación de la restauración del gran Plano de la Acequia Real del Xúquer Alzira. Los técnicos del departamento de obra gráfica y material de archivo de CulturArts IVC fueron los encargados de restaurar esta obra gracias a la subvención que recibió el ayuntamiento alcireño de la Diputación de Valencia. Al acto de presentación asistieron el Secretario Autonómico de Cultura, Albert Girona, y el alcalde de Alzira, Diego Gómez, además de la Subdirectora de CulturArts IVC+R, Gemma Contreras, y otras personalidades. Contreras explicó a través de una conferencia el laborioso proceso de restauración que ha tenido este plano, así como la aportación de la Generalitat en la recuperación de este singular documento histórico.

El plano, que inicialmente se conservaba en las dependencias municipales, forma parte de la colección del Museo Municipal de Alzira desde 1992. Este fue dibujado por Juan de Roxas e impreso por Tomás Planes en Valencia, de orden y a expensas del Consejo General y Comuna de regantes que lo constituyen en el año de 1764-65. Se compone de 12 láminas, que unidas forman un mapa de grandes dimensiones, que representa la superficie regada por la acequia desde Antella hasta Algemesí, que tras su ampliación en el siglo XVIII por el Duque de Híjar hasta Albal, pasó a denominarse Acequia Real del Júcar. Dicha prolongación se llevó a cabo entre 1779-1801, duplicando la superficie regada para suplir la falta de agua por acequias continuadas y extender el cultivo del arroz. El ingeniero militar, Juan de Escofet, fue el encargado de ejecutar el proyecto en el que también participó el mismo Juan de Roxas.

La representación del plano reproducía el territorio antes de dicha prolongación, que pasaría a denominarse la primera sección. El plano es en sí mismo un informe del estado de la acequia, con sus brazales, presas, partidores, molinos, municipios, cultivos, alquerías y lugares despoblados. Todo ello dibujado con detalles y aceptable fidelidad, así como una extensa leyenda donde se describen todas las particularidades que lo acompañan. Se desconoce la cantidad de ejemplares que se estamparon. La Acequia Real del Júcar conserva las 12 planchas de cobre que se utilizaron para su impresión.

Costosa restauración

El plano presentaba un estado de conservación muy deficiente a consecuencia de haber estado enmarcado y en contacto con agua, incluso barro, que había favorecido la aparición de colonias de microorganismos. El contacto con el agua también había provocado manchas. A estas patologías había que añadir el reentelado al que estaba sometido, los desgarros y las pérdidas del soporte. La restauración ha consistido en un largo proceso en el que se han aplicado técnicas japonesas para la restauración de papel. En primer lugar se procedió a una limpieza en seco, para después de proteger la obra por el anverso proceder a la eliminación del reentelado y adhesivos. Posteriormente se procedió a la reparación del reverso y a la limpieza por capilaridad en sucesivas fases, que tuvieron como culminación la laminación del plano con papel japonés. Finalmente se montó en un soporte de cartón inerte y se procedió a la reintegración cromática de las lagunas.