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Los cofrades difuntos también desfilan junto a la Santa Cena

La hermandad saca en procesión una cruz Memento en la que constan los nombres de los miembros que fallecen

Los cofrades difuntos también desfilan junto a la Santa Cena

Hay tradiciones de la Semana Santa que se remontan siglos y otras que van introduciéndose como novedades con el paso del tiempo, haciendo de la fiesta un ente en continúa transformación. La Hermandad de la Santa Cena de Alzira es uno de esos colectivos que han introducido modificaciones en sus prácticas, en este caso con el objetivo de recordar a los cofrades que pasaron por su colectivo y que ya fallecieron. La hermandad tiene la peculiaridad de guardar la memoria de sus difuntos en una cruz que se denomina Memento.

La iniciativa, según relata la hermandad, tuvo su origen en la tradición que siempre han respetado de conservar el número a aquellos miembros que fallecían, con lo que, si bien cada cinco años se reestructuraban los registros por antigüedad, todos los difuntos conservan el número que tenían en el momento del óbito.

En 1998 los cofrades se desplazaron a la novena edición del Encuentro Nacional de Cofradías Penitenciales celebrado en Zaragoza y allí conocieron la práctica de la utilización de una cruz denominada Memento en la que se especificaban los nombres de los cofrades fallecidos a modo de recuerdo. Con dicha cruz se desfilaba en las procesiones. Los representantes de la hermandad de Alzira adquirieron la práctica y se dispusieron a la creación de un Memento que encargaron al ebanista de la localidad Gregorio Canet Gimeno, que la confeccionó con madera de chopo para que resultase ligera y fácil de transportar en las procesiones.

Los primeros nombres en aparecer en la cruz de la Hermandad de la Santa Cena fueron los de Eduardo Vicente Bono Montalvá (que ejerció de padrino), José Pellicer Magraner (que fue hermano honorífico) y el de los consiliarios José María Mestre Pizarro y Fernando Vallés Ramírez. Sin embargo, el número de nombres (que se especifican en chapas que se clavan en la cruz) ha crecido hasta los treinta y nueve en representación de los cofrades que han perdido la vida en los últimos años. Los cofrades difuntos, por tanto, también desfilan en las procesiones de la Santa Cena.

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