La citricultura fue durante décadas el sector clave de la economía de la comarca. Sin embargo, ahora amenaza con convertirse en residual. «El pago de la naranja es lamentable, los campos están parados y el futuro del sector es muy incierto», afirma el Secretario del Sector Agrario de UGT, Manolo Bono. «Las últimas camañas están siendo muy complicadas y esto no favorece ni a los agricultores ni a los almacenes».
En cuanto al comercio de la naranja, Bono explica que en la Comunitat Valenciana hay un elevadísimo número de «empresas y cooperativas en el sector, por lo que cada vez es más complicado vender la naranja. Respecto a las cooperativas, el secretario sindical menciona que «la de Algemesí sí que trabaja bien con la naranja, pero otras como las de Carlet o l'Alcúdia se centran en otros podructos como puede ser el caqui», concluye.
