Un año más los vecinos de Cullera aprovecharon el segundo día de Pascua para acudir a la cita ineludible de visitar la pedanía del Brosquil. Centenares de vecinos, no solo de la ciudad, sino también llegados desde otras poblaciones próximas a la cullerense, acudieron a rendir homenaje a San Vicente, patrón de la misma y patrón también de la ciudad.

Los festeros, presididos por Paco Palau, el alcalde pedáneo Vicente Collado, y acompañados por el presidente de la corporación municipal, Jordi Mayor, concejales del consistorio y vecinos, trasladaron al patrón en romería por las diferentes calles del Brosquil, convirtiendo esta fecha en una cita anual a la que nadie quiere faltar.

Tradición familiar

Es tradición, que pasa de padres a hijos, el acudir los días de pascua al Brosquil, y en especial el segundo día, el día de la fiesta grande. Un día en el que la gente, después de finalizada la tradicional romería, se desplaza a la zona conocida como El Dorado, donde se ubica un bar que este año ha celebrado su 40 aniversario amenizando estas populares fiestas cullerenses. Se trata de una cita en la que la gente más joven siempre quiere participar y que, con el paso de los años, ha cogido un mayor empuje hasta convertirse en una costumbre a que ningún cullerense quiere perderse año tras año.