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de ayer a hoy

Bodas de oro de una medalla también áurea

El Ayuntamiento de Alzira acordó por unanimidad el 1 de abril de 1966 otorgar al industrial Luis Suñer su presea de oro

Bodas de oro de una medalla también áurea

Se cumplen hoy cincuenta años del acuerdo por el que el ayuntamiento que presidía José Pellicer Magraner, en un pleno extraordinario, aprobó por unanimidad la concesión de la medalla de oro de Alzira al empresario Luis Suñer Sanchis para hacer realidad el deseo unánime de la población para con uno de los más preclaros hijos, con la especial adhesión -según recoge el acta del pleno- del general Agustín Sifre Carbonell, también hijo de Alzira.

Aproximadamente un año más tarde, el 29 de enero de 1967, en el Cine Colón de Alzira, se celebraba con toda solemnidad la imposición de la medalla de oro a Luis Suñer, que recibía de manos del alcalde José Pellicer Magraner. Un expediente que comenzó a gestarse en el ayuntamiento el día 5 de febrero de 1963 y que fue aprobado el 1 de abril de 1966.

Al amparo de la soleada mañana del 29 de enero de 1967, llegaron a la casa consistorial las primeras autoridades provinciales, uniéndose a la corporación municipal, junto con los alcaldes del distrito de Alzira y, con ellas, la reina de las fiestas, Elena Negueroles Colomer. La comitiva se dirigió a la iglesia de Santa Catalina, donde el arcipreste Francisco Albiol ofició una misa solemne en acción de gracias, en la que se encontraba fray Justo Pérez de Urbel, amigo personal del homenajeado.

Finalizada la ceremonia religiosa todos se trasladaron al Cine Colón, donde tuvo lugar el acto protocolario de imposición de la medalla de oro que presidiría el gobernador civil Antonio Rueda y Sanchez Malo, al que acompañaban en el estrado Luis Suñer, el alcalde José Pellicer; el presidente de la Diputación Provincial, Bernardo de Lassala; el gobernador militar, Joaquín Nogueras; el arcipreste Francisco Albiol; el juez de primera instancia Francisco Beneyto y García-Robledo y fray Justo Pérez de Urbel, abad mitrado de la Basílica del Valle de los Caídos.

El salón se hallaba completamente lleno, dando comienzo la ceremonia con la lectura del acta del acuerdo unánime de la concesión de la medalla por el secretario del ayuntamiento, Julio Tauroni Vitalis. Hizo uso de la palabra en representación de los productores de las empresas Suñer Vicente Sanchis. Le seguiría Andrés Palop Gimeno, presidente del Círculo Alcireño y José Pellicer, que en su intervención señaló que «no ha sido la autoridad quien ha propuesto este galardón, de una forma fría y burocrática, sino que ha sido el pueblo de Alzira, que con su fino instinto de agradecimiento ha desbordado todos los cauces y, con una unanimidad poco común, ha ofrecido su más preciado galardón a un hijo ilustre; de manera que, honrándole a él, participan de ese honor todos los alcireños».

A continuación, entre clamorosos aplausos, le prendió la medalla de oro a Luis Suñer, quien emocionado dijo que se sentía hijo de esta ciudad y se la ofrecía a ella, a su madre Alzira. «Sabré corresponder a cuantos con esta imposición me honran», dijo, prometiendo seguir laborando por el engrandecimiento de la ciudad que le vio nacer.

La junta coordinadora de los actos a celebrar con motivo de la imposición de la medalla de oro la presidía Rafael Andújar, siendo vocales José Tudela, Antonio Perelló, Agustín Sanjuán, Adrián Campos, Francisco Albiol, Alberto Rubio, José Palacios, Andrés Palop y Manuel Oro, actuando de secretario Julio Tauroni.

Terminado el acto del Cine Colón, la comitiva se desplazó a la avenida que iba a llevar el nombre del industrial. Allí, Carmen Picó, su esposa, descubrió una placa. La inscripción del nombre fue grabada en una piedra sillar del desaparecido puente de San Bernardo. Una avenida, que partiendo de la plaza del Reyno, ha ido poblándose poco a poco de grandes edificios, donde antaño -partida del Alborgí- crecían frondosos naranjales, mediando el brazo muerto del río Júcar, donde fue construido en Hogar de Ancianos Teresa Jornet que fue inaugurado el 21 de junio de aquel 1967. Obras cuya junta presidió Luís Suñer. Otras edificaciones han surgido donde durante tantos años se ubicaba parte del circuito amurallado de la antigua Algetzira, que nunca debió desaparecer.

Han pasado 50 años hasta hoy, día en que escribo esta crónica, desde aquel nombramiento, 1 de abril de 1966. Hoy hemos recordado a través de estas líneas a nuestro preclaro empresario Luis Suñer Sanchis, fallecido en la ciudad que le vio nacer en agosto de 1990.

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