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La hija de la Marquesa de Llombai hereda el título nobiliario

Ángela María de Solís-Beumont y Téllez-Girón se convierte en la vigésima persona en ostentar el cargo

El Ministerio de Justicia ha concedido a Ángela María de Solís-Beaumont y Téllez-Girón el título de Marqués de Llombai, convirtiéndose de este modo en el vigésimo aristócrata en lucir este título nobiliario. La beneficiaria recibe este cargo honorífico por herencia tras el fallecimiento el 29 de mayo de 2015 de su madre, doña Ángela María Téllez-Girón y Duque de Estrada.

De este modo, Solís-Beaumont poseerá el señorío más antiguo de la comarca, que data de 1562 y cuyo primer concesionario fue Francisco de Borja y Aragón, canonizado después como Sant Francesc de Borja. Este título corresponde al primogénito de la Casa Ducal de Gandia y que, por matrimonio, pasó a los Duques de Osuna. La aristócrata solicitó tras el fallecimiento de su madre, como ya informó Levante-EMV, el derecho de sucesión del nombramiento, reservado a primogénitos si no se trasmite en vida, por lo que el título, junto a otros que poseía la difunta, pasarán a ser de su propiedad.

Téllez-Girón, además de Marquesa de Llombai y Duquesa de Gandia, llegó a ser nueve veces Grande de España y a poseer los títulos de Duquesa de Osuna, Condesa-Duquesa de Benavente, Marquesa de Jabalquinto y de Florinda, y Condesa de Peñaranda, Ureña, Pinto y de la Puebla de Montalbán, entre otros. Después de la Duquesa de Alba y de la de Medinaceli fue la noble con más títulos de España. Todos estos señoríos eran concedidos por monarcas y tenían carácter honorífico y vitalicio. Los más antiguos se remontan a la época de Pedro el Ceremonioso.

Sin apenas contacto con Llombai

La nueva Marquesa de Llombai, al igual que la mayoría de los otros 17 aristócratas poseedores de títulos nobiliarios que tienen sus orígenes en poblaciones de la comarca, apenas mantiene contacto con la población ribereña. Sí lo mantuvo su madre, quien asistió a los actos del cuarto centenario de la muerte de Sant Francesc de Borja y a la coronación de la Virgen del Rosario como patrona de la localidad, visitó el municipio en algunas ocasiones e incluso llegó a apadrinar algunos niños. La noble llegó a declarar tener una gran estima por este título, tanto o más que por el de Gandia, al ser el primer nombramiento de su antepasado Francisco de Borja.

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