La comunidad de regantes de la Acequia Real de Carcaixent procederá a desbloquear el proyecto de modernización del riego, plan que permanece atascado desde 2001 y que persigue la transformación del riego a manta al goteo. Así se hizo saber en la asamblea informativa a la que acudieron unos 400 comuneros y en la que afloró la incertidumbre de algunos de los regantes por la falta de datos certeros, sobre todo en lo que refiere a los gastos que acarreará para cada comunero la ejecución de las obras.
Según pudo conocer Levante-EMV a través de los propios regantes que asistieron a la reunión, la modernización proyecta una gran balsa de 50.000 metros cúbicos de agua procedente del río Xúquer que distribuirá, por sectores, agua a las 16.000 hectáreas de cultivo que existen en Carcaixent. El Ministerio de Agricultura subvencionará las obras hasta la charca, incluyendo el propio depósito, pero los regantes tendrán que hacerse cargo de la instalación del nuevo sistema de regadío desde la balsa hasta los campos. Esta cláusula no termina de convencer a parte de los miembros de la comunidad, pues se desconoce cual será el montante exacto que deberán de abonar para sufragar una inversión que se pagaría en 50 años „se habla de unos 15? anuales por hanegada„ y que pretende construir en una primera fase el depósito y un primer sector que abarca 500 hectáreas de campo, y en una segunda el resto de terreno de cultivo.
En la reunión celebrada el pasado jueves en el Magatzem de Ribera comparecieron el presidente de la comunidad, Pere Borràs, el representante del sindicato de regantes USUJ, Alberto Hervàs, el técnico que redactó el proyecto y dos representantes de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa), empresa pública promotora de las obras. Borràs, quien se negó a realizar declaraciones y no permitió la presencia de este periódico durante la comparecencia, contestó brevemente a las preguntas de los comuneros y, según algunos de los presentes, no dio opción a un posible debate entre partidarios y no de un proyecto que cuenta con 15 años de antiguedad, sobre el cual algunos de los regantes tienen serias dudas y que, según apuntan, estaría ya aprobado para que el próximo año comenzaran las obras. La duración prevista de la actuación rondaría los dos años.
Este rotativo ya informó en su momento del estado de espera en el que se encontraba el proceso de modernización del regadío desde 2001, siendo uno de los pocos municipios en los que no se había actuado en los últimos años, sin contabilizar las discretas mejoras realizadas por los propios regantes.
