Francisco Sempere, además, guarda todos los datos desde los años setenta (que deja a menudo a investigadores) y recuerda situaciones extremas como las vividas hace algunos años con temperaturas por encima de los 40 grados en mayo. Son las consecuencias del cambio climático. «No se puede decir de forma concreta pero muchas veces nos muestran desde Aemet las gráficas de los últimos diez años y ahí se ven que las cosas no están normales, con temperaturas extremas y lluvias sin equilibrio. También lo observamos en la cantidad de especies que están desapareciendo», explica el alberiquense, un auténtico amante de la naturaleza con amplios conocimientos sobre el mundo de las aves. carles senso alzira