Cullera registró ayer el cuarto incendio en los últimos 8 días. Esta vez la zona afectada fue una empalizada de pinos ubicada en los terrenos de la Bega, en el PAI del Manhattan. La rápida intervención de los bomberos tras recibir el aviso de los vecinos de la zona impidió que el fuego fuese a más. A esto hay que sumar que unos días antes de las Fallas, el ayuntamiento tomó la decisión de limpiar gran parte de los terrenos de la zona. De nuevo la neglicencia parece encontrarse detrás de este nuevo percance.
Con este incendio son ya cuatro los que se han producido en un período tan corto de tiempo. El primero en vísperas de Pascua, en la zona limítrofe con Tavernes. El segundo arrasó una casa rural por el camino del Pont trencat. El tercero se produjo el mismo jueves en la partida del Pla, con la quema de un cañar, y este último en la Bega.
Esta avalancha de incendios -once desde que empezó el año- ha provocado que el Ayuntamiento de Cullera tome medidas y prevé agilizar el informe de tierras. En estos momentos ya se han contabilizado alrededor de 250 parcelas donde se debería de actuar.
Desde esta misma semana, la secretaria del Consejo Agrario está cenviando notificaciones a los propietarios de las tierras mencionadas. También se va a enviar una solicitud de colaboración a Imelsa y al servicio de Medio Ambiente de la Diputación para que las brigadas del ente se encarguen de la limpieza de las parcelas abandonadas.
Asimismo se está trabajando en actualizar la ordenanza de Medio Rural y se prevé sancionar el abandono de los terrenos de cultivo con un coste de 1.000 ? por hanegada.
Esta semana se publicará un bando recordando la obligación de mantener en condiciones los terrenos de cultivo, bajo la amenaza de sanción para los propietarios que no lo hagan y, de forma paralela, se hará un envío de cartas a todos los propietarios registrados en el catastro recordándolos la obligatoriedad de limpiar las tierras e invitando aquellos que las tengan abandonadas a incluirlas en el Banco de Tierras.
