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El Ayuntamiento de Alzira da vía libre a la mezquita tras rechazar la oposición vecinal

La asociación de la Nueva Alzira había impugnado la concesión de la licencia de obras Los técnicos ratifican que se ajusta a la normativa

El Ayuntamiento de Alzira da vía libre a la mezquita tras rechazar la oposición vecinal

El Ayuntamiento de Alzira ha desestimado el recurso de reposición interpuesto por la asociación de vecinos de la Nueva Alzira contra el acuerdo por el que se concedió la licencia de obras para la construcción de una mezquita en el sector Hort de Galvañón, un área de expansión urbana a los pies de la Muntanyeta, por lo que el centro islámico La Comunicación tiene el camino expedito para poder iniciar las obras.

El consistorio ha desestimado las alegaciones presentadas por los vecinos en base a una resolución que confirma que la licencia concedida a finales de febrero se ajusta a la normativa vigente, «no siendo posible la aplicación de criterios de la Ley de Libertad Religiosa en el cumplimiento de la normativa urbanística, puesto que las normas urbanísticas no prohíben el uso religioso», según indica el informe técnico.

La asociación de vecinos de la Nueva Alzira tiene previsto debatir esta resolución municipal en una asamblea que previsiblemente se celebrará la próxima semana. El acuerdo municipal agota la vía administrativa por lo que un nuevo recurso ya sería para abrir la vía contenciosa. «No estamos en contra de la mezquita, pero si se tiene que hacer, queremos que esté todo arreglo a ley, no queremos que se hagan cosas que no están en la normativa urbanística», comentó Pedro Sahuquillo, representante de la asociación que había firmado el recurso de reposición, que emplazó a las conclusiones de esa reunión para conocer los siguientes pasos. «Dependerá de lo que decidan los vecinos, yo simplemente soy el portavoz», dijo, mientras admitía que en el seno de la asociación hay opiniones de todo tipo.

Cabe recordar que el Ayuntamiento de Alzira denegó en un primer momento la licencia de obras al centro islámico que actualmente tiene su sede en la calle Gerardo Laguía, en el barrio de Venecia, alegando que el proyecto no se ajustaba a los parámetros urbanísticos del sector. En concreto, se argumentó que excedía la edificabilidad. Los promotores de la mezquita modificaron el proyecto para destinar una parte del edificio, inicialmente contemplado todo como dotacional, a residencial, a modo de vivienda del imán además de un pequeño albergue. Los técnicos municipales valoraron que con el cambio quedaban corregidas las objeciones iniciales al proyecto y el pasado 23 de febrero la junta de gobierno otorgaba formalmente la licencia de obras.

Primer recurso

El concejal de Gestión Urbanística, Fernando Pascual, y la responsable del área de Participación Ciudadana, Inmaculada Onrubia, comunicaron en persona a los vecinos el acuerdo por el que se autoriza la construcción de la mezquita y la asociación de la Nueva Alzira interpuso un recurso de reposición para frenar el proyecto. Esta primera impugnación ha sido desestimada, por lo que si los vecinos pretenden anular esta autorización deberán interponer un contencioso administrativo.

Este centro islámico -cabe recordar que en Alzira existen dos en las inmediaciones del parque de l'Alquenència- compró en su día una parcela de mil metros cuadrados en el sector Hort de Galvañón para proyectar la que está llamada a ser la segunda mezquita de grandes dimensiones en la comarca de la Ribera, después de la que ya funciona en l'Alcúdia desde hace más de un año. El proyecto de levantar una mezquita en este punto provocó cierta oposición en algunos sectores, hasta el punto que unos desconocidos llegaron a lanzar cabezas de cerdo al solar en el que está prevista la construcción, en un claro intento de provocación u ofensa al colectivo musulmán, ya que el cerdo está considerado por el Islam como un animal impuro.

Este tipo de centros islámicos se conciben como puntos de encuentro para la comunidad musulmana, que se reúne en ellos para rezar, pero también como centros culturales en los que se organizan diferentes actividades y se suelen impartir clases de árabe dirigidas a los niños para que no pierdan la lengua materna.

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