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Recortes de hasta el 44 % quiebran el futuro del negocio eléctrico de Alginet y Guadassuar

El nuevo modelo de retribución a las distribuidoras de energía propuesto por el ministerio prevé que la planta alginetense reciba un millón menos que en 2015 - La cooperativa estima que deberán subir los precios y reducir las políticas sociales

Recortes de hasta el 44 % quiebran el futuro del negocio eléctrico de Alginet y Guadassuar

Las cooperativas eléctricas de Alginet y Guadassuar se verán gravemente afectadas si entra en vigor el nuevo modelo de asignación presupuestaria que las entidades distribuidoras de energía recibirán del Ministerio de Industria en el periodo comprendido entre 2016 y 2020. La alginetense dejaría de recibir alrededor de 1 millón de euros, mientras que la de Guadassuar conseguiría unos 300.000 euros menos que en 2015. El nuevo modelo complicaría el futuro de estos prototipos de gestión asociativa y provocaría un aumento del precio de venta de la energía, relegando al olvido las políticas sociales de pobreza energética que las cooperativas realizan.

El presidente de la planta alginetense y de la Federación de Cooperativas Eléctricas de la Comunitat Valenciana, Salvador Escutia, afirmó sentirse sorprendido por la decisión del Ministerio. «Esperábamos unas cantidades que rondaran las actuales, pero nunca que nos quiten un 44% de la aportación vigente», explica Escutia. En el caso de Alginet supone la reducción de 1 millón de euros, pasando de los aproximadamente 2.300.000 ? que recibía la cooperativa en los últimos años a una cantidad que gira en torno a 1.300.000 ?. En Guadassuar, la sociedad pasaría de recibir unos 900.000? a percibir 600.000 euros. Además, en el caso de la planta alginetense, ya se invertieron otros 3 millones de euros en la construcción de una subestación, por lo que la reducción presupuestaria afectaría todavía más a la cooperativa, la cual utiliza parte de este presupuesto para ir sufragando la construcción.

Desde la sociedad que preside Escutia aseguran que las nuevas cantidades no cubren los gastos. «Si nos quitan una parte tan grande de la aportación deberemos reestructurar el funcionamiento de la cooperativa, subir los precios de venta y dejar en un último plano las iniciativas sociales que llevamos a cabo», explica el presidente. «Se trata de hacer cualquier cosa por preservar la cooperativa», añade.

Escutia espera que el Ministerio reconsidere su postura, pues «las cooperativas han planificado sus actuaciones e infraestructuras teniendo en cuenta la asignación de los últimos ocho años. Si ahora esta se rebaja tan drásticamente, originará una quiebra financiera que afectará a la parte social que repercute en los vecinos».

Origen de las retribuciones

Las aportaciones que entrega el Ministerio tienen su origen en una ley que separa el precio de la venta de energía del de la distribución. El estado percibe el total de ingresos por distribución y, a cambio, subvenciona a las empresas o cooperativas distribuidoras de energía con unas cantidades ponderadas a sus propias ventas. Las cooperativas de Alginet y Guadassuar sí que se benefician del precio de venta de la energía, aunque los márgenes de ingresos en este caso son prácticamente insignificantes al tratarse de asociaciones que reinvierten el beneficio en sus socios, colocando el precio por debajo del de otras compañías y realizando iniciativas solidarias para erradicar la pobreza energética.

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