El gobierno tripartito de Alzira no ha conseguido un consenso sobre la ubicación del nuevo retén de la Policía Local y será finalmente la plantilla la que decida entre los dos emplazamientos que hay sobre la mesa. Compromís defiende la elección del solar del Bajo Torrejó con acceso desde la avenida Padre Pompilio, en las inmediaciones de l'Alquerieta, mientras que sus socios de gobierno (PSOE y EU) abogan por rehabilitar un ala del antiguo hospital Santa Lucía y trasladar a la misma las dependencias policiales. Así se volvió a poner de manifiesto en la reunión que el gobierno municipal mantuvo el martes con los representantes sindicales de la policía y, en cumplimiento del acuerdo adoptado en diciembre por el pleno para desbloquear la construcción del retén, se realizará una consulta a la plantilla, que será vinculante.
De hecho, los delegados sindicales volvieron a reunirse ayer con representantes del gobierno municipal para fijar un calendario que derive en una votación que, según confirmó la concejal de Policía Local, Sara Garés, se realizará previsiblemente la próxima semana. Antes también se contempla una exposición de las dos propuestas a la plantilla. Garés confirmó que la decisión que tomen los agentes «se tiene que respetar».
Con todo, los representantes sindicales ya dejaron entrever el martes que la opción que prefiere el cuerpo es la construcción de un nuevo edificio adaptado a las necesidades de la Policía Local ante las incógnitas que plantea siempre abordar la rehabilitación de un inmueble antiguo.
La construcción del nuevo retén es una reivindicación casi histórica de la Policía Local debido a las múltiples carencias de las actuales instalaciones. El anterior gobierno (PP), tras varios años buscando un emplazamiento y financiación, anunció pocas semanas antes de las elecciones su decisión de ubicar el retén en un solar de la avenida Luis Suñer y llegó a levantar un cartel anunciador del proyecto con una imagen virtual de la futura sede policial.
Este emplazamiento no era del agrado del tripartito que asumió las riendas del consistorio tras los comicios de mayo, aunque la ubicación del retén evindenció por primera vez en público tensiones en esta coalición de gobierno después de que sólo Compromís presentara a la policía su apuesta por construir un nuevo retén en la avenida Padre Pompilio, mientras sus socios consideraban que no era una prioridad.
Las negociaciones en el tripatito para cerrar esta pequeña crisis y la presión de la Policía Local para que el proyecto no volviera a quedar relegado propiciaron un acuerdo que contemplaba que, en caso de no alcanzar un consenso en el gobierno, sería la plantilla la que decidiría el emplazamiento del nuevo retén. No ha habido confluencia en el gobierno sobre este asunto y se realizará una consulta a la policía.
