La Cooperativa Elèctrica d'Alginet renunciará a su proyecto de expansión por municipios de la comarca, al menos provisionalmente, si definitivamente entra en vigor el nuevo modelo de asignación presupuestaria a las entidades distribuidoras de energía eléctrica que el Ministerio de Industria tiene previsto llevar a cabo y que supone la reducción en 1 millón de euros de la cantidad que percibe la planta alginetense. La cooperativa mantuvo hasta ayer conversaciones con el ministerio para intentar que se rebatan las cantidades asignadas, pero pese a los esfuerzos, el nuevo modelo entrará en vigor, según apuntan, a finales de este mes de abril y tendrá una vigencia de 4 años.
La nueva norma tendrá carácter retroactivo y se aplicará a los primeros meses de 2016. Esto afectará a la contabilidad de este primer cuatrimestre, que tendrá que ser modificada. El presidente de la cooperativa, Salvador Escutia, explicó a Levante-EMV que «los técnicos han repasado punto por punto todas las variables y a Alginet le corresponden 2.088.000 ? en lugar de 1.300.000 ? que se va a recibir, por lo que en el momento que se apruebe la norma vamos a solicitar que se realice una inspección y se revise nuestro caso». El máximo representante de la planta alginetense no entiende «porqué no nos quieren pasar el desglose o los cálculos efectuados para determinar la cantidad que debemos de recibir, deberíamos de tener acceso a esa información».
La cooperativa va a esperar a que haga oficial y, en tal caso, solicitará la inspección. Por el momento, y a la espera de saber con certeza cual será la cantidad que Alginet reciba del ministerio, la sociedad ha paralizado cualquier proyecto de futuro. «Teníamos previsto expandirnos por los pueblos cercanos de la comarca, pues los informes de los técnicos eran positivos. Ya tenemos unos 250 abonados de municipios próximos a Alginet, pero ahora pretendíamos hacer una inversión considerable para ofrecer un servicio similar al que reciben los alginetenses en municipios como Carlet», anuncia Escutia. Junto con la expansión territorial también se paralizan las futuras contrataciones. «Ya habíamos realizado varias entrevistas de trabajo a posibles candidatos. Para la expansión necesitábamos nuevos trabajadores como técnicos informáticos y comerciales», añade.
La cooperativa ribereña también valorará la partida destinada a gastos sociales, a erradicar la pobreza energética o ayudar a entidades locales a través del patrocinio. La plantilla de trabajadores también podría sufrir cambios, podrían prescindir de alguna certificado ISO que poseen pese a no ser obligatorio e incluso alargar la vida de los materiales antes de realizar fuertes inversiones para substituirlos. «Próximamente íbamos a invertir en insonorizar un transformador para mejorar la calidad de vida de los vecinos, pero ahora tendremos que solicitarlo a Madrid antes de realizarlo, porque no sabemos si vamos a poder pagarlo», explica uno de los casos Escutia.
Posible boicot a las cooperativas
Desde la cooperativa alginetense entienden que el nuevo modelo de retribución afecta negativamente, sobre todo, a las cooperativas. «No nos han dado ni la posibilidad de readaptar los presupuestos, por ejemplo, reduciendo un 10% por curso durante los próximos años. En lugar de eso a Alginet le recortan el 44% de una tajada», explica Escutia. El representante ribereño, también como presidente de la Federación de Cooperativas de la Comunitat Valenciana, se pregunta si «lo que quieren es que cada vez las cooperativas se debiliten y no ofrezcamos calidad. Donde hay una cooperativa hay un buen servicio, la Conselleria no tiene ni un queja y al reinvertir los beneficios en los socios contamos con unas infraestructuras impecables, pero parece que estorbamos y nos quieran dejar de lado», concluye.
