Las extrañas circunstancias climáticas de este pasado invierno han afectado a la fruta de verano y se calcula que la cosecha de las variedades más tempranas podría verse reducida hasta en un 50%, según indicó ayer el presidente de la cooperativa de Carlet, Vicent Monzó.
Este invierno se caracterizó por unas suaves temperaturas que facilitaron la floración de variedades como los paraguayos, el melocotón, la nectarina y el albaricoque. Por eso, cuando en el mes de febrero llegó el frío, muchos de estos frutales se vieron perjudicados. Esta bajada de temperaturas ha afectado al inicio de la campaña de recolección que ha empezado ahora, pero Monzó indicó que, en cuanto transcurran dos o tres semanas, los niveles de fruta cosechada aumentarán.
Las variedades de fruta que se empiezan a recolectar ahora en abril son las más afectadas, pero hacia mediados de mayo habrá volúmenes más normales de producción. Otra circunstancia es que, además, aumentará el volumen de destríos, es decir, de fruta que se rechazará para la venta.
En Carlet, las parcelas más cercanas al núcleo urbano son las que se han visto más afectadas, llegando en algunos casos a perder toda la producción, según Eduardo Esparza, del sindicato la Unió. Este agricultor calcula que se podrían llegar a perder entre dos y tres millones de kilos de un total de 13 millones que se esperaban recolectar, es decir, el 25 % de la cosecha aproximadamente.
En Turís ha ocurrido lo mismo y, según calculan desde la cooperativa de este municipio, la producción de nectarina podría reducirse entre un 10% y un 15%, aunque hay parcelas que están totalmente afectadas. Del mismo modo, los almendros se han visto perjudicados por la helada de febrero, aunque la presencia de este tipo de árbol en la Ribera es prácticamente testimonial.
Falta de frío
También la falta de frío ha afectado especialmente a los albaricoques, nectarinas y paraguayos. Estos árboles necesitan acumular una serie de horas de frío durante el invierno que deben ser iguales o menores a los 7 grados centígrados. Pero este invierno se ha caracterizado por unas temperaturas muy suaves.
Desde la cooperativa de Turís explicaron ayer que se espera que haya la misma producción de paraguayos que el año pasado, pero la recolección se retrasará entre una semana y diez días. Así, de la primera semana de mayo, pasará a iniciarse la campaña de recogida de esta fruta a mediados del próximo mes. En la cooperativa indican que los períodos de formación de la fruta han sido muy desiguales.
En cuanto al albaricoque, en Turís esperan que este año la cosecha descienda hasta un 40 % en algunas variedades y la recolección sea más escalonada, ya que la floración ha sido bastante desigual. Desde este municipio recuerdan que las suaves temperaturas invernales no sólo se deben al cambio climático, sino que también se trata de un fenómeno cíclico y cada diez o quince años las temperaturas invernales son más cálidas. De hecho, a finales de la década de los 90 ya se dio esta situación en Turís.
Todas las fuentes consultadas coinciden que, por uno u otro motivo, la floración de las diferentes variedades frutales ha sido muy extraña y desigual en el tiempo. En la cooperativa de Carlet también recordaron que todas estas circunstancias van a repercutir en la creación de empleos relacionados con la recolección, así se espera que se pierdan puestos de trabajo en la cosecha, la manipulación y el transporte.
Respecto a los precios, las fuentes consultadas indican que aún es pronto para determinar cómo variarán. El recorte en la producción podría hacer aumentar los precios, pero aún no se sabe si el precio aumentará lo suficiente como para compensar las pérdidas.
