Una familia de Favara ha presentado una queja ante el Hospital Universitario de la Ribera después de que Eliseo Azorín, un hombre de 78 años de edad, tuviese que permanecer este pasado domingo 2 horas en la sala de espera del centro sanitario con un gotero, en lugar de ser trasladado a un box o a un lugar habilitado, según denuncia la familia. Además, también hubo varios pacientes en una situación similar, según las mismas fuentes.
El anciano sufrió una subida de azúcar y la familia acudió hacia las 15 horas al centro hospitalario, donde le pusieron un gotero al enfermo con insulina para conseguir estabilizarlo y le realizaron los correspondientes análisis. Pero, en vez de remitirlo a un box privado, el enfermo tuvo que volver a la sala de espera, que se encontraba llena de gente y esperar allí con el gotero puesto. Cuando se terminó el medicamento que había en el gotero, fue la propia familia la que tuvo que avisar a los servicios sanitarios.
Además de Eliseo, también había alrededor de otros tres pacientes en una situación similar, con un gotero o con una vía abierta esperando en la sala de urgencias en sillas de ruedas, según asegura la familia. El vecino de Favara estuvo alrededor de 2 horas en la sala de espera mientras esperaba que le dieran los resultados de los análisis que le habían realizado.
Maite Azorín, la hija del afectado, explica que la atención médica fue impecable, pero considera que su padre no recibió un trato adecuado cuando se le envió a la sala de espera ya que, en su opinión, debería haber sido trasladado a un box o a una sala habilitada para poder estar mejor atendido. «No creo que (la sala de espera) sea un lugar adecuado para un enfermo, este trato no es el que debe tener», dice Azorín, que recuerda que su padre es un hombre de avanzada edad.
Tras lo ocurrido, la familia ha presentado una queja ante el centro sanitario en la que piden que los pacientes no reciban ese trato tan «deshumanizado».
Disculpas del hospital
Por su parte, desde el hospital de Alzira aseguraron que se trata de un caso puntual y negaron que hubiese otros pacientes con goteros en la sala de espera. Desde el centro sanitario lamentaron las molestias que le puedan haber causado al vecino de Favara e indicaron que, tal vez, el enfermero o el celador que envió a la familia a la sala de espera consideró que el paciente estaría mejor con sus familiares al haber recibido ya la atención médica adecuada.
Desde el hospital recordaron que cuentan con un protocolo y dos salas de urgencias donde son remitidos los pacientes y, según añadieron, el hospital no se encontraba saturado el domingo. Respecto a los otros pacientes que había en sillas de ruedas en la sala de espera, el centro sanitario indicó que tal vez se trataría de casos leves, como alguna torcedura.
