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La estrechez de las casas de Sueca agrava el déficit de aparcamientos

El 63% de las viviendas del casco antiguo tienen una anchura inferior al mínimo exigido para tener un vado - El arquitecto urbanista Jordi Lloret reclama reformar la normativa para dejar más espacio libre

La estrechez de las casas de Sueca agrava el déficit de aparcamientos

La ordenanza municipal de vados de Sueca «incrementa el déficit de plazas de aparcamiento, masifica las calles de vehículos y reduce el espacio libre para las personas», ha subrayado el arquitecto y urbanista Jordi Lloret tras realizar un exhaustivo estudio. La nueva normativa fue aprobada por el Pleno de la Corporación Municipal el 8 de mayo de 2014 y publicada definitivamente en el BOP de 30 de enero de 2015.

Lloret, después de llevar a cabo un minucioso estudio y trabajo de campo, llama la atención en el hecho que la nueva ordenanza reguladora de concesión de vados para las calles de ancho menor o igual a 7 metros exige una puerta de acceso mínima de 4 metros. «Así se incrementa el déficit de plazas de estacionamiento ya que las casas, o parcelas, de Sueca se caracterizan por el escaso ancho de fachada», apunta el arquitecto.

Del estudio realizado por este técnico se desprende que de las 79 calles del casco antiguo de la población, el 63% de las casas tienen una anchura inferior al mínimo exigido por la ordenanza municipal. «Esto aumenta la presencia de vehículos en la calzada en detrimento de los peatones cuando la tendencia actual generalizada es adaptar las ciudades para las personas», advierte el especialista.

Dejar el coche más lejos

Lloret propone modificar la normativa de vados reduciendo la exigencia de anchura mínima del acceso a 3,50 metros y la creación de estacionamientos en una distancia perimetral de unos 500 metros respecto al casco urbano. «Andar diez minutos desde, o hasta, las zonas exteriores de aparcamientos es una manera indirecta y saludable de hacer deporte», observa el arquitecto.

La propuesta consecuencia del estudio teórico concluye que se pueden liberar 7.500 metros cuadrados más de los actuales de los viales en beneficio de los peatones, aproximadamente un 15% superior a la situación actual. Ello posibilitaría incrementar en un 25% el espacio libre que queda con la nueva ordenanza, pasando de los 40.400 metros cuadradosque se contabilizan ahora a los 50.400.

Además, aboga por incrementar el número de calles en las que no esté permitido aparcar por su estrechez, «para hacer una ciudad más de las personas». Así, se abriría la posibilidad de ubicar árboles, plantas con maceteros y estacionamientos para vecinos con discapacidad para evitar que algunos conductores circulen a gran velocidad «como sucede ahora en calles como Bonaguia o Vall». En el primero de estos viales está prohibido estacionar vehículos mientras que en el segundo se ha ganado calzada al cambiar el estacionamiento 'en batería' por el de 'en cordón'. «Reduciendo la exigencia de la normativa vigente, por ejemplo, se ampliaría a más de un 20%, 550 aproximadamente, las parcelas con derecho a vado», añade Lloret.

El arquitecto urbanista observa que «es una situación perpleja e injusta por cuanto es un claro agravio comparativo la exigencia de 4 metros de anchura para nuevos vados en calles de un ancho inferior a 7 metros». Cuando un vehículo de unos 2,2 metros de ancho aparca en un vial de 7 metros, el espacio libre que deja para que otros puedan maniobrar es menor al de calles de 6 metros en las que no se pueda estacionar, explica.

Lloret ha puesto el resultado del trabajo de campo realizado en manos de la alcaldesa de Sueca, Raquel Tamarit. El proyecto será expuesto el lunes 25 por el propio arquitecto suecano en una clase del Máster de Urbanismo que se está impartiendo en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).

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