Hay silencios más reveladores que las palabras. La intención del tripartito alcireño apuntada por la edil de Fiestas, Isabel Aguilar, de que la Junta Local Fallera garantice las «mascletaes» con la subvención que recibe del ayuntamiento ha zarandeado la estructura de la entidad. Si ya cuesta cuadrar los números año tras año, incorporar al presupuesto ordinario de la JLF esta partida obligaría a suprimir muchas otras o abordar cambios sustanciales en la actual concepción de la fiesta para detraer recursos de las partidas más voluminosas, entre las que sobresale la de la indumentaria de las falleras mayores y cortes de honor que, según fuentes consultadas, consume el 50 % de los 120.000 euros de subvención muncipal y deja ya poco margen.
El presidente de la JLF, Vicent Muñoz, optó ayer por la prudencia no sin cierto resquemor al ser preguntado por la información publicada por Levante-EMV. «Yo hablo los temas en la mesa permanente que se está formando, pero si quieren que lo hagamos a través de la prensa lo haré», se limitó a comentar Muñoz, que únicamente deslizó que la JLF ha generado este año 71.000 euros de ingresos atípicos que elevan el presupuesto gestionado a 191.000 euros.
Un colaborador suyo, Vicente Sanmartín, mostraba a través de las redes sociales su indignación con los cambios que pretende introducir el ayuntamiento. Tras plantear si cabe volver a la época en que sólo la gente con dinero podía optar al cargo de fallera mayor de Alzira o preguntarse de dónde sacará la JLF el dinero para afrontar los gastos de las «mascletaes» -algunas fuentes apuntan que una de calidad puede costar 6.000 euros por lo que el importe de un concurso de cinco o seis días sería incluso superior a los 20.000 euros que este año ha complementado el ayuntamiento de forma extraordinaria-, Sanmartín acaba señalando que si el equipo de gobierno cree que es viable su fórmula «disuelva la Junta Local Fallera» y se encargue de ejercer el papel que ésta desarrolla «sin cobrar, trabajando de noche para no perder horas de trabajo y pagándose hasta el último vaso de agua». Sanmartín señala en su publicación que el ayuntamiento todavía no ha abonado los 120.000 euros de la subvención, lo que ha impedido a la JLF cerrar el ejercicio, y revela que varios miembros de la JLF han adelantado 20.000 euros «a parte de los 71.000 en atípicos» para afrontar algunos pagos de la entidad en la organización de las pasadas fiestas.
Isabel Aguilar anunció que el ayuntamiento quiere mejorar la gestión de los fondos que aporta a la JLF y consensuar en qué actividades se puede gastar ese dinero y en cuáles no. A su juicio, las «mascletaes» no pueden depender que se consigan patrocinadores.
