La llegada al Ateneo Musical de Cullera del maestro Ferrer Ferran ha propiciado devolver la vida a un piano que estaba condenado a desaparecer. Muchos lo dieron por desahuciado y recomendaron al ayuntamiento que se deshiciera de él, pero los responsables municipales decidieron darle una segunda oportunidad. El piano de cola de la casa de la cultura de Cullera renacerá esta tarde de sus cenizas y volverá a sonar esplendoroso en el Auditorio Municipal.

El empecinamiento de la edil Sílvia Roca, y de los funcionarios de Cultura ha obrado el «milagro». «Cuando entramos a gobernar, pedí opinión a los expertos y nos decían que lo mejor era tirarlo». Se buscaron más opiniones y fue entonces cuando el actual director del Ateneo y la pianista Carmen Fortea dictaminaron que el instrumento es de alto valor y que podía tener una segunda vida. Simplemente, necesitaba ser afinado y un pequeño proceso de restauración que ha costado 1.000 euros. Su valor actual es de 40.000. Hasta ahora se pagaban 900 ? para alquilar uno cada vez que se programaba un concierto.