La decisión de la Cooperativa Hortofrutícola de Alzira, más conocida como Alzicoop, de fomentar el cultivo de la almendra entre sus socios parece que obtiene ya sus primeros frutos. Según explicó a Levante-EMV el presidente de la entidad alcireña, Paco Clari, varios cooperativistas ya se han interesado por la posibilidad de apostar por este cultivo en auge, mientras que uno de ellos parece estar decidido a emprender con esta alternativa y ya ha solicitado la compra de las plantas.
La cooperativa alcireña apostó por esta iniciativa para ofrecer a sus socios una alternativa factible al cultivo de cítricos. «Se trata de un producto que necesita la misma inversión y mantenimiento que los campos de naranja y, en cambio, ofrece una rentabilidad mayor», destaca Clari. El técnico de Alzicoop, Antonio Soler, por su parte, destaca que «el almendro necesita menos agua que el naranjo y en pocos años puede generar 2.000 kilos de almendra por hectárea, puesto que es un árbol de rápido crecimiento y que puede empezar a producir rápido. A partir del segundo año empieza a generar los frutos, aunque no es hasta el cuarto cuando se consigue una cosecha considerable», añade Soler.
A diferencia de cuando se planta en terreno de secano, el almendro genera un número mucho mayor de frutos cuando se cultiva en riego por goteo, se quintuplica. Estos le hace ser muy atractivo, pues su precio actual en el mercado supera los 7 ? por kilo. En Alzira, según apunta Clari, tendría muchas posibilidades. «Sus características le hacen atractivo para, por ejemplo, la zona de la Murta, el Pla de Corbera, o la Barraca, donde entre los gastos de agua y electricidad encarecen el producto. En este caso, se minimizarían los gastos y, además, se multiplicarían los beneficios», apunta el presidente. Curiosamente en estas zonas se cultivaban almendros, algarrobos y olivos siglos atrás. «Sería como volver a principios del siglo XIX pero aplicando los nuevos sistemas de riego».
«Efecto caqui»
Clari apuesta por la almendra y por un cambio de mentalidad, aunque entiende que poca gente tome la iniciativa. «Muchos de los cooperativistas son gente mayor y prefieren seguir batallando con la naranja. Creo que debemos de seguir apostando por los cítricos, pero también ofrecer al agricultor una alternativa». El presidente compara la posibilidad de apostar por la labranza de este producto como cuando se plantaron los primeros campos de caqui. «Al principio la gente era reacia al cambio, pero cuando empezaron a ver la rentabilidad que generaba muchos se animaron», recuerda. El máximo representante de Alzicoop también asegura que han estado en Picassent estudiando la posibilidad de introducir el cultivo de kiwi en la comarca, pero que se descartó por los altos costes de inversión.
