La supresión de la fiesta de San Isidro, que habitualmente se celebra el 15 de mayo, provocó que algunos agricultores manifestaran su desacuerdo en el Consell Agrari que tuvo lugar el pasado martes en Alzira. Los labradores apoyaron una propuesta presentada por uno de los miembros para la recuperación de la tradicional festividad en honor al patrón de la agricultura en la que se entregan dos insignias de plata como reconocimiento a dos agricultores alcireños, iniciativa a la que el presidente del Consell, Pep Carreres, no se mostró partidaria aunque no puso ningún impedimento a que estudie la posibilidad de que se vuelva a realizar en futuros años.
Carreres contestó que «no creo en los santos» a la pregunta sobre porqué no se había realizado este año la festividad, una tradicional cita para los agricultores de Alzira que durante el gobierno del Partido Popular se celebraba cada año. La respuesta no pasó desapercibida pero dejó abierta la posibilidad de que la celebración regrese el próximo curso. Más tensión se vivió en el enfrentamiento que protagonizaron el propio Carreres con el anterior concejal de Agricultura, Enrique Montalvà, a quien el presidente del Consell Agrari cortó para dar paso al siguiente punto sobre la agricultura ecológica, otro punto caliente de la reunión. Algunos labradores criticaron el protagonismo y apoyo que se le está dando a los usuarios que deciden apostar por este tipo de cultivo y el poco caso que se le hace a la labranza tradicional. Este debate crea una cierta división entre los agricultores tradicionales y el creciente número de labradores que apuesta por este nuevo sistema de cultivo.
El PP apoya el cultivo tradicional
El Partido Popular de Alzira también quiso dar su punto de visto en el debate al indicar que la agricultura ecológica se está considerando «como si se tratase de un descubrimiento nuevo y es algo que está en marcha desde siempre». Los populares aseguran que con todo este debate «se está logrando que se divida la agricultura en dos tipos, una que nos venden como ecológica y saludable, dejando a la tradicional como venenosa y decadente», e insisten en que «desde la Conselleria de Agricultura y ayuntamientos multipartitos acaban de asesinar, con esta iniciativa, a la agricultura tradicional que impera en la comarca y que es la única que se acopla a nuestro sistema de minifundio, siendo la base de nuestra economía». El PP también defiende en su comunicado el regreso de la fiesta de San Isidro y consideran «lamentable» la conducta llevada a cabo por Carreres en el Consell.
