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Un experimento que ha hado resultado en el Delta del Ebro

Hubo un caso muy significativo en el Delta de l'Ebre que hace años desarrolló el Museu de Granollers, según cuenta Toni Rubio, de La Granja de Bitxos. Colocaron unas setenta cajas-nido en L'Illa de Buda y con el tiempo se dieron cuenta de que, «como no existían refugios, al tratarse de una zona de marjal y arrozales, hubo una ocupación muy rápida por parte de los murciélagos», explica. «Aumentó mucho el número y, para sorpresa de todos, los agricultores del entorno se dieron cuenta de que a partir de esta iniciativa, ya no necesitaron pulverizar con agroquímicos para combatir el barrenador del arroz, el cucat», asegura. A partir de esta experiencia empezaron a desarrollarse muchas otras iniciativas en el entorno de l'Albufera. La agrupación Roncadell y la Asociación Española para la Conservación y Estudio de los Murciélagos (Secemu), a través del programa que llevan a cabo conjuntamente «Aliados en la noche», ya han instalado numerosos refugios en el parque natural con el objetivo de combatir las plagas que atacan a los arrozales, y que se traduce en un ahorro en gasto en fitosanitarios, y sobre todo, en una mejora medioambiental. «Cuantos menos productos químicos echemos en humedales, mejor medio ambiente tendremos, y menos problemas de contaminación de acuíferos", afirma Rubio. e. melero sueca

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